A una semana de los disturbios que generaron caos y el cierre de comercios en el centro de Puerto La Cruz, ayer los alrededores de la tienda Limpiatodo nuevamente fueron un espacio de “alboroto” donde a los consumidores sólo les importaba adquirir los productos que estaban vendiendo, publica El Tiempo.
Yeraldyn Vargas Rivas/ El Tiempo
Frente a este negocio, ubicado en la calle del centro porteño, más de un centenar de mujeres mayores, embarazadas, y con muchachos en brazos se empujaban y gritaban en su afán de comprar leche Previo 1, compotas, lavaplatos y suavizante para ropa.
A la batalla también se sumaron hombres, quienes vociferaban improperios y exigían su puesto en la cola “porque los carajitos no tienen leche para comer”.
Según funcionarios policiales que se acercaron a la tienda para evitar que la gente entrara a la fuerza, el “despelote” se inició después de las 9:00 de la mañana, cuando la cola atravesó la calle Honduras y alcanzó hasta la Buenos Aires.
Rosa González, una señora de 64 años, caminaba a paso corto, pero con sus bolsas “bien aguantadas” por la avenida 5 de Julio.
“Llegué a la cola a las 7:00 am y pude comprar rápido. Mi nieto no tiene leche, y su mamá no se puede escapar del trabajo para hacer filas y adquirirla. Cuando salí de Limpiatodo ya la gente estaba alzada”.
Damelis Azócar esperaba con su bebé en brazos para ingresar a la tienda. Aseguró que la semana pasada intentó comprar Previo 1, “pero con la corredera que se presentó me tuve que ir”.
Aseguró que permanecería en la cola hasta que le vendieran “porque ya no tengo para hacerle el tetero”.
Rosmelys Carzola no iba en busca de leche “pero como había, aproveché”.
También llevó lavaplatos, aunque aseguró que en su casa le quedaba.
“Esto ya no tiene remedio”, expresó el jubilado David Guzmán mientras cruzaba la calle Sucre y observaba como la gente “se mataba” por no dejarse quitar el p uesto en la cola.
Medida
Por el “alboroto” en los alrededores de Limpiatodo algunos comercios cercanos bajaron sus santamarías y otros sólo dejaron una sola puerta abierta.
La comerciante Maritza Salaverria denunció que en la calle Honduras más de nueve locales no han podido abrir a consecuencia “de esta sinvergüenzura”.
Aseguró que han pasado cartas a la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundee), pero persisten las colas afuera de la distribuidora de alimentos y productos de higiene.
Señaló que la situación ha generado grandes pérdidas a su negocio, por lo que le cuesta cancelar el alquiler y otros compromisos con los proveedores.
“Este es el mes que siempre aprovechamos y no hemos podido abrir porque a la gente que está en las colas le gusta es saquear”.
Luego de que acumulara una gran cantidad de personas en las afuera de Limpiatodo, uniformados de la Policía del municipio Sotillo (Polisotillo) se acercaron al lugar para controlar el desorden.
Durante aproximadamente una hora cerraron el tráfico vehicular entre la calle Sucre y la avenida 5 de Julio para ordenar las filas y controlar a los compradores.
Según se conoció, los policías detuvieron a un joven que supuestamente intentó alterar el orden público.
Resguardo
Más de una docena de uniformados de la Policía de Sotillo (Poliso- tillo), en mo- tos, patrullas y a pie resguardaron los alrededores de Limpiatodo mientras ofrecían los productos regulados. La presencia de los policías no calmó los ánimos de quienes hacían la cola. Más de uno se enfrentó a los funcionarios en el desespero de querer ingresar a Limpiatodo.