El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha visto obligado a recortar el gasto público a causa de la caída de los precios internacionales del petróleo, una situación que su país, altamente dependiente del energético, vivió por última vez hace un lustro.
“Yo he ordenado hacer un conjunto de recortes en el presupuesto de la nación, y para eso estoy nombrando (…) una comisión especial presidencial para la racionalización y reducción del gasto público. ¿En qué? en gastos suntuarios”, dijo Maduro la noche del viernes.
Recordó que el presupuesto para 2015 ha sido calculado con la venta previsible a 60 dólares el barril, pero que pese a ello hay que hacer “recortes”, los cuales también deben alcanzar los gastos públicos en lo que resta de 2014.
“He ordenado que se haga una revisión de los sueldos y salarios de toda la plana mayor de ministerios, empresas del Estado, empezando por el presidente de la República y me hagan una propuesta de reducción sustancial (…), para dar ejemplo”, añadió Maduro.
“Este golpe por la baja de los precios petroleros yo no lo tomo a mal. Siempre dentro de nuestra visión y formación revolucionaria yo lo tomo como una oportunidad para acabar con gastos superfluos, suntuarios, con gastos innecesarios y para reorientar nuestro país hacia una optimización de sus recursos”, apuntó.
El petróleo constituye el pilar de la economía de un país cuya disponibilidad de divisas depende en un 96 por ciento de la exportación de crudo y derivados, aunque el presupuesto estatal se financia principalmente con el cobro de impuestos internos.
Maduro dijo que “en los próximos días” dará detalles acerca de cuáles son los sectores que sufrirán los recortes anunciados.
Hace exactamente un mes, la mayoría parlamentaria afín a su gestión aprobó en la primera de dos votaciones el presupuesto fiscal de 2015 que prevé ingresos y gastos por 741.708 millones de bolívares, monto que equivale a 117.731 millones de dólares a la tasa de 6,30 bolívares por dólar, la más baja de las tres oficiales.
Las otras dos tasas oficiales existentes no son fijas y fluctúan en 12 y 50 bolívares por dólar, con las cuales las equivalencias de los 741.708 millones de bolívares del presupuesto son de 61.809 millones de dólares y 14.834 millones de dólares, respectivamente.
El 21 de marzo de 2009, el entonces gobernante y mentor de Maduro, Hugo Chávez, fallecido cuatro años después, redujo por otra caída de los precios del petróleo el presupuesto para ese año de 77.900 a 72.738 millones de dólares, cuando regía en Venezuela una única tasa oficial de cambio de 2,15 bolívares por dólar.
El precio promedio de venta del petróleo venezolano llegaba a inicios de 2009 a 36 dólares el barril, casi un tercio del actual promedio anual de 91,74 dólares.
El petróleo venezolano promedió un precio de venta de 98,08 dólares por barril durante todo el año pasado, exactamente 30 dólares por encima de los 68,08 dólares que terminó esta semana.
Las alarmas se ha encendido otra vez porque este precio de venta cada vez se aleja más de la barrera de los 100 dólares que “es el actual precio justo” y que no se obtiene desde junio último.
Venezuela produce alrededor de 3 millones de barriles diarios, de los cuales exporta alrededor de 2,5 millones, principalmente a Estados Unidos y China.
Los recortes presupuestarios no afectarán, ha garantizado Maduro, los planes sociales gubernamentales que son cruciales para los sectores pobres de la población, base electoral del chavismo que confía en mantener la mayoría parlamentaria en las elecciones que en 2015 renovarán los escaños de la gubernamental Asamblea Nacional.
Además de los recortes presupuestarios, Maduro manifestó que su Gobierno “se está moviendo” en busca de ingresos en divisas “que cubran el faltante por la baja de los ingresos petroleros”.
Adelantó en ese sentido que las autoridades del Ministerio de Finanzas y Economía viajarán a China la próxima semana en busca de “profundizar acuerdos económicos y de financiamiento”.
China ya ha prestado a Venezuela en lo que va del año unos 40.000 millones de dólares, que resultan insuficientes para “oxigenar las cuentas fiscales” deficitarias en al menos un 16 %, según algunos analistas que coinciden en que el Gobierno necesita de urgencia préstamos por al menos unos 16.000 millones de dólares. EFE