El papa Francisco condenó este domingo en Turquía los mortíferos ataques del viernes contra una mezquita en el norte de Nigeria, calificándolos de “pecado extremadamente grave contra Dios”.
“Pienso con profundo dolor en todas las víctimas de este atentado insensato e inhumano que golpeó a los fieles musulmanes”, declaró el pontífice en un discurso pronunciado en Estambul tras presenciar una “divina liturgia” del patriarca ortodoxo Bartolomeo I.
Al menos 120 personas murieron y otras 270 fueron heridas en varios ataques simultáneos, en los que dos personas se inmolaron y varios pistoleros abrieron fuego contra las personas que asistían a la oración del viernes en la Gran Mezquita de la ciudad de Kano.
Aunque ningún grupo ha reivindicado el atentado, se atribuye a los yihadistas de Boko Haram, que desde hace cinco años llevan a cabo una insurrección armada en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, que ya ha provocado miles de muertos y de desplazados. AFP