El desfile anual de la célebre marca estadounidense de lencería Victoria’s Secret se celebrará este martes por primera vez en Londres, una de las citas más esperadas y espectaculares del mundo de la moda. Este lunes deslumbraron a los londinenses posando en jeans.
La velada promete ser espectacular, con las top models más hermosas del momento, entre ellas las brasileñas Adriana Lima y Alessandra Ambrosio, la holandesa Doutzen Kroes, la sudafricana Candice Swanepoel, la estadounidense Karlie Kloss y la namibia Behati Prinsloo, todas ellas entre las 21 modelos mejor pagadas del mundo, según la revista Forbes.
Son en total 47 modelos, entre las que estará también la española Blanca Padilla.
“Este es uno de los mayores espectáculos para una maniquí”, dijo a la AFP la sueca Elsa Hosk, “es una enorme publicidad para nosotras”.
Es la segunda vez desde 1995 que el desfile se celebra al otro lado del Atlántico, después de una edición en el Festival de Cannes en 2000.
Para la parte musical, el elenco incluye a la cantante de country-pop estadounidense Taylor Swift, el británico Ed Sheeran, la estadounidense Ariana Grande y el irlandés Andrew Hozier.
Apodadas los “ángeles”, las modelos de Victoria’s Secret desfilan en ropa interior adornada con enormes alas. Las dos estrellas de la noche, Adriana Lima y Alessandra Ambrosio, serán las encargadas de lucir los “Fantasy Bras”, unos sujetadores de lujo creados por el joyero Mouawad, cada uno con 16.000 piedras preciosas, incluyendo diamantes, rubíes y zafiros y valorados en $2 millones cada uno.
Este año, el desfile será transmitido el 9 de diciembre a través de la cadena de televisión estadounidense CBS en unos 200 países. Se espera que reúna a 500 millones de espectadores.
Sin embargo, la marca no es del gusto de todos. Tres estudiantes británicas consiguieron que modificase una campaña publicitaria por promover una versión del cuerpo femenino demasiado tiránica.
Pero la marca creada en 1977 goza de enorme popularidad y alcanzó los 6.680 millones de dólares en ventas el año pasado.
AFP