Un ordenador analógico japonés fabricado en 1944 que en su momento fue pionero en la computación moderna ha sido restaurado y reactivado en una universidad de Tokio, donde ha sido capaz de volver a resolver ecuaciones siete décadas después.
El primitivo aparato mecánico es uno de los dos únicos analizadores diferenciales que aún existe en el mundo (el otro se encuentra en la Universidad de Manchester en Reino Unido).
Investigadores de la Universidad Científica de Tokio y varios colaboradores han logrado ahora restaurar el aparato tras año y medio de trabajo para que pueda volver a funcionar, informó hoy el diario “Asahi”.
El equipo tuvo que limpiar todo el dispositivo, que tiene aproximadamente el tamaño de una mesa de ping-pong, e instalar componentes que se habían perdido.
Mediante un entramado de ruedas dentadas, varas metálicas y discos movidos por motores, el analizador diferencial resolvía ecuaciones diferenciales y trazaba las curvas resultantes en papel.
Los investigadores tuvieron que emplear cuerdas de koto (instrumento musical nipón parecido a un arpa) para volver a hacer girar los discos, ya que se cree que es el material que originalmente utilizó para su construcción la Universidad Imperial de Osaka, que después enviaría el ordenador a Tokio.
De este modo, el aparato volvió a realizar operaciones de prueba esta semana durante unos 15 minutos, aunque el equipo encargado de su restauración aseguró a “Asahi” que los resultados varían en función de las condiciones de temperatura y humedad, a las que la máquina es extremadamente sensible.
Tras estas pruebas, la Universidad Científica de Tokio hará demostraciones públicas del funcionamiento de la máquina dos veces a la semana a partir del próximo año. EFE