Pero con el tiempo se adueñaron de las esquinas, paradas de autobuses, plazas, estaciones de Metros, Bulevares, etc., sin pararles a las autoridades competentes. Esto comenzó con el chantaje de que eran muy pobres que eran del pueblo y que no se debían tocar porque representaban la parte menos favorecidas de la sociedad.
En la actualidad los buhoneros son una calamidad y son los que desangran al pueblo con su acaparamiento y sobre precios, no hay una trampa más clara que la que hacen los comerciantes informales comprando en supermercados a un precio y revendiendo al triple a los consumidores de a pie, esos que tienen el pasaje justo, ganan sueldo mínimo y no les alcanza el sueldo, a esos son los que los buhoneros explotan cada vez que venden una mercancía por encima del valor o del (P.V.P).
Para nadie es un secreto que los buhoneros son una mafia que no paga impuesto, ensucian las calles y no son tan pobres como cuando comenzaron, estos comerciantes informales son contrarios al urbanismo, el desarrollo y la armonía local de cada Municipio en donde se desenvuelven.
Ya es hora de que a los buhoneros los metan en cintura y los obliguen a dejar el bachaqueo, el sobre precio y la usura a la hora de vender sus productos, los obliguen a pagar impuestos y a contratar su propio sistema de recolección de basura, hasta que sean reubicados para locales más dignos y le devuelvan las calles al pueblo.
Dejar que los buhoneros hagan lo que les dé la gana con los precios es traicionar el pensamiento socialista de igualdad y respeto por el hermano. El gobierno revolucionario ve a estos mercaderes como aliados y no como enemigos del urbanismo y las buenas costumbres.
Es el momento para que a los buhoneros se les confisquen las mercancías que llevan sobre precio y los obliguen a manejar modelos económicos más justo y no el de la usura. Dejar que ellos desangren a los más pobres no se puede permitir.
Si Maduro es un socialista serio acaba con la corrupción reinante en ese medio y le devuelve a sus seguidores la tranquilidad de poder comprar sin tener que excederse en sus gastos, supervisa a los vampiros de esquinas y los hace responder ante las leyes competentes, para tener un sistema informal acorde a los precios y no dirigidos por las mafias del bachaqueo urbano que no creen en viejitas, chavistas u opositores su única misión es hacer dinero a costilla del pueblo. @felixvelasquez