Como parte de su plan para perpetuarse en el poder, el régimen de Nicolás Maduro, instruido y guiado por sus padrinos en La Habana, apunta ahora a reescribir la historia y garantizar que las generaciones futuras acepten que la única parte de la historia de esa nación que merece ser conocida es aquella que comienza con la llegada de Hugo Chávez al poder.
Con información de Diario las Américas
La tergiversación de los hechos, con un marcado culto a la figura del “comandante supremo”, tiene su más peligrosa expresión en los textos con los que los niños venezolanos “aprenden” sobre su país.
Esos libros, concebidos en Cuba, realzan a un punto la imagen de Chávez, que hasta el propio Simón Bolívar, El Libertador, queda relegado a un segundo plano ante la influencia del coronel golpista de Barinas.
El “lavado de cerebros” no se detiene en las escuelas y salpica la formación militar que debe ser, según el chavismo, “bolivariana, nacionalista, socialista y antiimperialista e incorporar las bases doctrinarias, filosóficas e ideológicas del pensamiento y acción de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora y del comandante supremo Hugo Chávez Frías”.
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