Uno de los sistemas más importantes del cuerpo humano es el circulatorio y su cuidado es la única forma de prevenir complicaciones a nivel cerebro y cardiovascular. Una de las enfermedades que lo ataca silenciosamente es la hipertensión arterial, que se caracteriza por la elevación de las cifras de presión arterial, por encima de los límites considerados normales: 140mmHg para la presión arterial sistólica y 90 mmHg para la diastólica.
“Existen factores que predisponen a las personas a padecer esta enfermedad como la obesidad o sobrepeso (aumentan el riesgo en 40%), sedentarismo o falta de actividad física, consumo excesivo de sal, tabaquismo, antecedentes familiares (madre o padre con hipertensión arterial), estrés o ansiedad, entre otros”, menciona la Doctora Adriana Salazar Sanín, quien pertenece a la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna.
“La posibilidad de padecer hipertensión arterial aumenta con la edad. La prevalencia en Venezuela es aproximadamente del 25% en mayores de 25 años, lo que significa que una de cada cuatro personas tiene la patología y esto aumenta progresivamente con la edad, llegando a afectar cerca de la mitad de la población mayor de 55 años”, comenta Salazar.
El control médico a tiempo permite no solo la detección precoz de la enfermedad hipertensiva, sino prevenir complicaciones a largo plazo, tales como insuficiencia renal, cardiopatía hipertensiva o accidentes cerebrovasculares; además, por ser una enfermedad silenciosa y progresiva, puede afectar otros órganos como cerebro, corazón, riñones y ojos, indica la especialista.
Existen otras formas de prever o retrasar la aparición de esta enfermedad, como realizar el control periódico de la tensión -por lo menos una vez al año o cada 6 meses en las poblaciones de riesgo- o adoptar un estilo de vida saludable. Tener un diagnóstico temprano permite tomar medidas en cuanto al tratamiento, que pueden involucrar cambios del estilo de vida y el empleo de fármacos eficaces para reducir las cifras de presión arterial o evitar mayores riesgos.
La Dra. Adriana Salazar destaca que “una de las mayores dificultades en el tratamiento del paciente con hipertensión arterial es la adherencia al tratamiento, o la fidelidad del paciente a cumplir la terapia. La continuidad está claramente relacionada con el número de medicamentos al día. Mientras menos medicamentos tome el paciente mayor será la adherencia y por consiguiente alcanzará más rápido las metas en cifras de presión arterial, logrando reducir riesgos”.
Es fundamental que la población venezolana recurra regularmente a chequearse su presión arterial, pues la hipertensión es una enfermedad que no genera síntomas específicos en sus fases iniciales.