Usas lentes de contacto. Te han explicado en detalle los cuidados que debes tener, pero, de a poco, olvidas que ciertos hábitos cotidianos, como irte a dormir con las lentillas puestas o sacártelas sin lavarte las manos, podrían provocarte infecciones y dañar tu visión. Aquí, una lista de esos errores típicos que debes evitar.
- No dormir con los lentes puestos, a menos que estén específicamente diseñados para la noche. Retirarlos disminuirá el riesgo de infección o irritación.
- No intercambiar lentes con una amiga. Puede ser una vía de contagio de gérmenes importante. Las lentes están pensadas especialmente para cada persona. Y, además de los microbios, podrían no ajustarse bien a tu ojo y causarte lesiones irreversibles.
- No fumar. Ya varios estudios coinciden en que los fumadores que usan lentillas tienen mucho más riesgo de tener reacciones molestas en sus ojos que quienes no fuman.
- Evitar comprar lentes en los centros comerciales u otros lugares no autorizados.Siempre deben ser recetados por un oftalmólogo u optometrista.
Cuidado con la queratitis
Un mal uso y una incorrecta higiene de los lentes de contacto han causado verdaderas “epidemias” de una afección llamada queratitis, un trastorno ocular muy serio. Esto ha llevado a insistir en que se respeten las siguientes recomendaciones:
- Antes de tocar las lentillas, lava tus manos con agua y jabón, y sécalas con una toalla limpia.
- Lejos del agua debes mantener tus lentes de contacto. Nunca los guardes en un recipiente con este líquido y recuerda quitártelos antes de zambullirte en el río, el mar o la piscina.
- Cada vez que te los quites, límpialos y enjuágalos con la solución desinfectante indicada, nunca con agua y mucho menos con saliva.
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