Urosa llama a rechazar la violencia y la corrupción en su mensaje de Navidad

Urosa llama a rechazar la violencia y la corrupción en su mensaje de Navidad

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El cardenal Jorge Urosa Savino envió a los venezolanos este 10 de diciembre su mensaje de Navidad: Navidad Feliz y Provechosa, en el que destaca que para estas fechas, la Iglesia nos invita a todos a prepararnos para una celebración auténtica, feliz y provechosa de la Navidad. “La Navidad, queridos hermanos, es mucho más que los festejos, excesos y gastos que acompañan estos días. Esa navidad incompleta es una navidad frívola, con n minúscula, vacía y pagana, para nada provechosa, sino perjudicial y no cristiana”.





El Cardenal Urosa abordó la situación de crisis que se vive en Venezuela. “Todos estamos preocupados por la difícil situación el país”, y recuerda que la actual crisis económica de Venezuela se da cuando tenemos cuantiosos ingresos por los altos precios del petróleo.

Sin embargo, el purpurado va más allá y enumera algunas de esas causas de la crisis: “el gravísimo pecado de la codicia, el afán desenfrenado de dinero fácil, que lleva a la corrupción, al robo de los recursos de la nación, a la especulación, a exigir precios exorbitantes, etc”.

En ese contexto denuncia que Venezuela está sumergida en un ambiente socio-moral de laxitud, de poca conciencia de la maldad de esas acciones. “Pues bien: es necesario recordar que todo eso es pecado, que nos separa de Cristo, nos hace vulgares delincuentes, y que Dios lo castiga”.

Resalta que actualmente existe en el país una situación de violencia que afecta a todos los sectores. “Esa violencia que se manifiesta cuando reaccionamos exageradamente ante cualquier contrariedad u ofensa. Y que en sus expresiones más graves lleva al odio, al asesinato, a la delincuencia asesina, y a la destrucción de los demás”.

Nuevamente es tajante en sus palabras: “Pues bien: es necesario que en esta Navidad reflexionemos sobre esas plagas de nuestra actual situación socio-moral, que las rechacemos de corazón, y escuchemos la palabra de Dios que nos dice en sus mandamientos: “No robarás….,  y  No matarás….”.

Mis queridos hermanos y hermanas

En este tiempo de Adviento la Iglesia nos invita a todos a prepararnos para una celebración auténtica, feliz y provechosa de la Navidad. La Navidad, queridos hermanos, es mucho más que los festejos, excesos y gastos que acompañan estos días. Esa navidad incompleta es una navidad frívola, con n minúscula, vacía y pagana, para nada provechosa, sino perjudicial y no cristiana.

NAVIDAD: DIOS CON NOSOTROS 

Debemos ir a algo más sustancial, profundo, auténtico. Y por eso conviene recordar qué es la Navidad..La Navidad, de verdad verdad,  es el natalicio, el cumpleaños de Jesucristo. En ella los cristianos celebramos, con intensa alegría y gratitud, la  inmensa bondad de Dios Padre celestial, que nos envió a su Único Hijo para que, hecho hombre por nosotros, nos liberara del pecado y nos diera la salvación. El centro de la Navidad es Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, Dios con nosotros, que es “el camino, la verdad y la vida”. La Navidad es una fiesta esencialmente religiosa. Y en Navidad Jesús nos invita  a recibirlo en nuestros corazones con una fe viva, acompañada por las obras, especialmente el intenso amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos invita a creer en Él, para que tengamos vida, ¡y vida eterna!

En preparación a la Navidad es preciso que pidamos a Dios que aumente nuestra fe. Y que, con su ayuda, nos mantengamos firmes en la fe, a pesar de las dificultades de nuestros tiempos. Nuestra fe está amenazada por los embates de la superstición, por la ficción de la nueva era con el inexistente y falso “espíritu de la navidad”, que es vana  idolatría y debemos rechazar frontalmente. También está amenazada por la expansión  de la santería, que es una religión distinta y contraria al cristianismo, incompatible con la fe en Cristo. Y está amenazada también por nuestra debilidad humana, que nos hace  olvidar que nuestra felicidad está en amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.

En medio de esas circunstancias  los cristianos debemos permanecer firmes en la fe, y vivir de acuerdo con nuestra excelsa condición de hijos de Dios, discípulos de Jesucristo, y miembros de la santa Iglesia Católica. Tendremos una Navidad provechosa si en estos días fortalecemos nuestra fe  y nuestra  práctica religiosa. Tendremos una Navidad feliz y útil  si afrontamos el reto de vivir como hijos de Dios, de  vivir como hermanos, practicando la solidaridad, rechazando el mal en todas sus formas, perdonando a quienes nos ofenden, trabajando por el país, luchando por los derechos humanos, la libertad y la justicia.

NAVIDAD  CRISTIANA: RECHAZAR TODO PECADO 

Todos estamos preocupados por la difícil situación el país. Es bueno recordar que la actual crisis económica de Venezuela se da cuando tenemos cuantiosos ingresos por los altos precios del petróleo. Una de las causas de esta crisis es, entre otras que no vamos a tocar aquí, el gravísimo pecado de la codicia, el afán desenfrenado de dinero fácil, que lleva a la corrupción, al robo de los recursos de la nación, a la especulación, a exigir precios exorbitantes, etc.  Estamos en un ambiente socio-moral de laxitud, de poca conciencia de la maldad de esas acciones. Pues bien: es necesario recordar que todo  eso es pecado, que nos separa de Cristo,  nos hace vulgares delincuentes, y  que Dios lo castiga.

Por otro lado hay actualmente en el país un ambiente socio-moral de violencia: Esa violencia que  se manifiesta cuando reaccionamos exageradamente  ante cualquier contrariedad  u ofensa. Y que en sus expresiones más graves lleva al odio, al asesinato, a la delincuencia asesina, y a la destrucción de los demás. Pues bien: es necesario que en esta Navidad reflexionemos sobre esas plagas de nuestra actual situación socio-moral, que las rechacemos de corazón,  y escuchemos la palabra de Dios que nos dice en sus mandamientos: “No robarás….,  y  No matarás….”

Es preciso que en estas semanas de preparación a la Navidad desterremos la violencia de nuestros corazones, y nos llenemos de bondad, de buenos sentimientos, de caridad viva hacia los demás. Y rechacemos la maldad de la codicia, del robo y de la corrupción.

ACERQUÉMONOS A DIOS EN ESTA NAVIDAD 

Más allá, pues, de los festejos y las maravillas gastronómicas  de estos días, vivamos una Navidad auténtica y  religiosa, no frívola ni pagana,  realmente provechosa. ¡Llenémonos de Dios!  Vivamos esta Navidad con gratitud al Señor y celebrémosla en familia con una actitud realmente cristiana. ¡Tengamos el Nacimiento en nuestros hogares! Acerquémonos al sacramento de la reconciliación y participemos en la Santa Misa el 25 de diciembre  y el 1º de enero, que son días de precepto, recibiendo la sagrada comunión, y, por supuesto, todos los domingos, que son el Día del Señor, de Cristo resucitado.

CONCLUSIÓN

Queridos hermanos y hermanas: Que el  Señor conceda a todos ustedes una Navidad muy útil, de renovación cristiana y religiosa, de encuentro con Dios y con los demás., Pido especialmente por los que sufren la soledad, algún duelo reciente, la pena de la enfermedad.  Y especialmente por los presos en nuestras cárceles,  para que los funcionarios del Estado responsables de ellas, resuelvan los problemas graves que aquejan a nuestras prisiones.

Pidamos a Dios por intercesión de María Santísima, la Madrede Jesús, nuestro Dios y Señor, la gracia de una fe viva, firme, ardiente, que nos lleve a amar a Dios de todo corazón, y a nuestro prójimo como Cristo nos ha amado. ¡A todos les deseo una Navidad feliz y provechosa! Con mi afectuosa bendición episcopal,

 

+JORGE L. UROSA SAVINO,

CARDENAL ARZOBISPO DE CARACAS 

Caracas,  9 diciembre de 2014

Se agradece que este mensaje sea leído en todas las Misas y celebraciones de la Palabra en todas las Iglesias y Capillas en la Arquidiócesis de Caracas, el próximo fin de semana, 13 y 14  de diciembre. En las Escuelas católicas, a todos los alumnos, en la primera oportunidad.