El 15 de diciembre en Venezuela tiene connotaciones muy especiales, sobre todo luego de 1999, cuando mientras unos votaban la aprobación de una nueva Constitución, varias decenas de miles lo perdían todo; incluso sus vidas, en una tragedia natural.
Al día de hoy no se sabe cuál de los dos eventos le ha hecho más daño al país.
Este 2014, plagado de sucesos sociales, políticos y económicos, encuentra al 15 de diciembre como jornada indescifrable. La víspera se anunció un par de medidas, sin anunciarlas del todo, y los días por venir son; por decir lo menos, una cierta incertidumbre.
Así las cosas; desde el Poder Político se la juegan. Se la siguen jugando.
Tras la advertencia internacional de sanciones directas a funcionarios venezolanos, con nombre y apellido, implicados en corrupción y violación de derechos humanos; lo que queda de la maquinaria gobernante sale a la calle; para conmiserarse; para unir hombros y verse las caras en un momento de trance…
¿Qué quieren demostrar? Justo lo que demostrarán. Que aún tienen recursos para movilizar, que son una maquinaria perfecta –quizá desvencijada, es verdad- para tomarse fotos y enviarlas al mundo; para hacer también algunas copias y distribuirlas en el propio país, donde varios millones de venezolanos descontentos no han sido (hemos sido) capaces de encontrar elementos comunes de unión.
Hoy, como uno de los mayores desafíos en auténticos tiempos difíciles para un conglomerado que perdió a su carismático núcleo, se planta una maquinaria de autobuses con gente, de conciencias compradas o no, pero partícipes, de aluviones de promesas incumplidas, pero con piernas y brazos.
Hoy, también hoy, mientras desde la nada y la soledad se inventan una fórmula de buena cara para el mal tiempo; otros sectores se divorcian más de la sociedad y se pierden en lo necesario pero no urgente.
Declaraciones sueltas, objetivos específicos disímiles, diversidad de planteamientos y solo una aspiración de unidad; la de la inscripción electoral; que lamentablemente para sus fines no se convierte en maquinaria; porque sin haber aprendido aún como unirse en las malas; es imposible conseguir la sinergia en las buenas.
En todo caso; hoy es 15 de diciembre. Muchos se van de vacaciones. El país no.
La circunstancia coyuntural de la fecha no amaina los embates de la inflación ni la escasez; ni tampoco de una maquinaria que hace frente. Hoy la veremos.
¿En frente? No sé si seremos capaces de ver.
Alfredo Yáñez M.