Los 22 niños elegidos este año para repartir la suerte en el sorteo de la Lotería de Navidad, muchos de ellos latinoamericanos, llevan dos meses ensayando para “cantar” los premios el 22 de diciembre, como es tradición en España.
Las voces de los alumnos del madrileño colegio de San Ildefonso cantando la lotería se convierte en el sonido ambiente de todo el país la mañana del 22 de diciembre y marca el comienzo de las fiestas.
Este sorteo, el más popular de España, se realiza a la manera tradicional, con un gran bombo que contiene todos los numeros en juego y otro en el que se encuentran las bolas con los premios y dos parejas de niños se turnan para cantar las bolas que salen de ambos recipientes.
De los 60 niños que viven en la Residencia-internado San Ildefonso, 11 chicos y 11 chicas de entre 9 y 13 años se encargarán de extraer las bolas y cantar los números y premios, explica a Efe el director, Esperato Fernández, pero todos esperan con ilusión dar “El Gordo” (premio principal).
“Claro que me gustaría ser yo la que cantase El Gordo, cualquiera querría”, dice una de las niñas, de 13 años, que por segundo año consecutivo participará en el Sorteo aunque asegura que está “menos nerviosa” que el anterior.
“A mí se me han quitado los nervios”, cuenta Ismael de 12 años, porque ésta será su cuarta vez, además en 2012 ya cantó “El Gordo” -el 76.058- y reconoce que si le vuelve a pasar este año “volvería a sentir muchísima alegría”.
Para Dani, de 11 años y origen cubano, será la primera vez y afirma que canta “muy bien”, aunque admite que no quiere que le toque la bola de 60.000 euros porque se equivoca al pronunciar la cifra.
Sobre las indicaciones que se les da a los niños para el Sorteo, Esperato Fernández explica que esto está “muy mitificado” porque “hacen vida normal y se empiezan a poner nerviosos el día anterior”. “Están gamberros, que es distinto”, bromea.
La residencia ofrece la actividad de loterías, a la que están apuntados 42 niños y de entre ellos se elige a los que participan en el Sorteo de Navidad.
¿Por qué se apuntan tantos a esta actividad? “La mayoría lo quieren hacer, es una seña de identidad de los niños de aquí porque desde que entran lo ven”, asegura Fernández.
La selección más complicada llega cuando tienen que elegir por parejas a los niños que cantan los premios. “Nos cuesta trabajo que haya dos voces homogéneas para cantar el premio”, señala el subdirector de la residencia, Pedro Vázquez, quien lleva 18 años enseñando a los niños a entonar.
Como este año el 22 de diciembre es lunes, los chicos dormirán en sus casas y se encontrarán a las ocho de la mañana en la residencia, de ahí irán andando hasta el Teatro Real, donde se celebrará el sorteo.
Muchos antiguos alumnos vuelven al colegio para los ensayos y los sorteos, como es el caso de Fernando Vázquez, que cantó el Gordo en 1954.
“Da mucha alegría y desde entonces quiero que llegue a gente necesitada y que se reparta mucho”, afirma. EFE