La capacidad de compra ronda apenas el dos por ciento de la población conformando los estratos sociales de mayor ingreso. La Asociación de Comerciantes e Industriales de Valera alerta la “dramática” caída del poder adquisitivo de los venezolanos y la pérdida de la tradición navideña ante la necesidad de 13,5 salarios mínimos para cubrir los gastos familiares.
Hasta los juguetes navideños para los niños están en “riesgo” en estas navidades. Acoinva informó de la situación que enfrentan siete millones 118 mil hogares venezolanos. Sólo el dos por ciento de la población de los estratos sociales con nivel de ingresos superior a 20 mil bolívares “tendrá” la disponibilidad para acceder a estrenos, regalos y cena. Y es que los gastos para esta temporada decembrina promedian 37 mil 266,07 bolívares, según un sondeo de Acoinva.
El Lic. Nelson Monreal, presidente de la Asociación, explicó que 7,62 salarios mínimos se necesitan para cubrir las tradiciones. Vestir a dos niños tiene un promedio de 16 mil bolívares, equivalentes a 2,8 salarios. El estreno de los padres ronda 15 mil bolívares. Los juguetes infantiles 10 mil, “lo que representa 2,4 salarios”. El alto costo de la vida golpea a 97 por ciento de las familias, cerca de 29 millones de personas que conforman los estratos sociales C, D y E. Nelson Monreal aseguró una caída en el poder de compra de los ciudadanos de 50 por ciento en 2014.
Diferente resultado a 2013, aunque con un comportamiento continuo a la baja. Monreal precisó que la clase trabajadora está afectada. Y es la que busca alternativas para mantener la calidad de vida, para no entrar en los datos de pobreza de la Cepal. La capacidad para comprar alimentos prioritarios y bienes esenciales ante la voraz inflación en los precios de productos presiona el endeudamiento. Noventa por ciento de los hogares retrocede. Tiene “decrecimiento”. Explicó que “a diferencia” de países en desarrollo, que persiguen endeudamiento para mejorar sus economías, “calidad de vida”, en Venezuela la población se endeuda para mantener y “en algunos casos no bajar en proporciones impactantes esa calidad”.
Las vías para soportar la carga de gastos se centran en uso de tarjetas de créditos y préstamos entre vecinos, conocidos con márgenes de interés, que a la final es más dinero por pagar. Acoinva apuesta a la política económica oficial de estímulo, que corrija errores. Y se oriente a cambios distintos al “modelo fracasado” que empuja la inflación y pone en “riesgo disfrutar una Navidad feliz”. Instó a responder “dónde está el 51 por ciento de la producción” de alimentos que está en manos del Estado a través de las empresas nacionalizadas, necesarias para mejorar la oferta y satisfacer la demanda.
Vía Diario Los Andes