Muy difícil resultó para el Niño Jesús traernos la paz y la libertad tan añorada por todos los venezolanos que anhelamos el país de concordia y de justicia que perdimos, por “simple” descuido de una gran porción de compatriotas que creyeron en aquel “mesías” que irrumpió en la política un 4 de febrero de un año que no queremos recordar; pero la esperanza no podemos perderla, y si los Tres Reyes Magos tampoco lo lograran, solo en nuestras manos quedará enderezar ese rumbo que algunos consideran perdido.
No dejan de sorprendernos los anuncios gubernamentales que desdibujan un país que, en algún momento, sus nacionales creyeron tenerlo todo, y nos embarga a cada paso la sensación de vivir en una nación que perdió la guerra y que estamos gobernados por el enemigo; pues detrás de cada medida antipática del régimen viene otra que sorprende con mayor énfasis a algún sector de nuestra sociedad.
A las trampas para imponer los personeros que garantizan un control total sobre los poderes del Estado y totalitario sobre todos los venezolanos, le siguieron en este mes medidas como la que afecta al comercio licorero, especialmente en fechas de celebración como las que contempla el calendario decembrino; y existe en la mayoría de los ciudadanos de este maltratado país, la incertidumbre en relación a todo lo que vendrá, de las imposiciones de un régimen que logró convertir la Navidad en una festividad especialmente privada para disfrute de sus más allegados. Por eso, la tristeza observada en Noche Buena y que probablemente caracterizará el día de Año Nuevo.
Por eso, en estas fechas destinadas a celebrar el advenimiento del Niño Dios y la llegada de un nuevo año, renovamos nuestro llamado a la unión de la gran familia venezolana, y a reflexionar sobre la necesidad de sumar esfuerzos para salir de la situación que agobia al país, deponiendo intereses personales y privilegiando el trabajo armónico y la búsqueda de las soluciones que permitan al país reemprender los caminos hacia la prosperidad.
El 2015 deberá ser el año clave, el que nos permitirá el rescate de la institucionalidad perdida, comenzando por la Asamblea, para reorientarla en sus funciones de control de la actividad gubernamental, además de la legislativa. Es nuestro sincero deseo y, de allí nuestras palabras de aliento a todos los venezolanos de buena fe y nuestro llamado a alcanzar los citados objetivos, con la esperanza en un porvenir promisorio. Feliz Año!!!!!.
Twitter: @JJMorenoA