Un descuido acabó con la vida de Tony Fernández Palmar. El pequeño de apenas un año se subió al tope de la cocina y haló la olla donde su madre hervía las hallacas, y esta le cayó encima. Lo trasladaron a la emergencia del Hospital Universitario, donde agonizó por tres días, pues murió el jueves en la tarde.
Los médicos de guardia lo atendieron, le realizaron unas curas en sus quemaduras y lograron estabilizarlo. El miércoles el estado de salud del niño comenzó a empeorar, pues dejó de orinar.
El jueves, día de Navidad, el pequeño en vez de estar jugando con sus regalos luchaba por su vida. Su cuerpecito se hinchó y comenzó a respirar con dificultad. Los doctores lo intubaron, pero murió una hora después.
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