Este sábado, el concejal Juan Carlos Vidal, Jefe de la Fracción edilica de Primero Justicia y Presidente de la Comisión de Urbanismo del Concejo Municipal de Sucre, denunció la irresponsabilidad del Gobierno Nacional al haber anunciado el día de ayer la puesta en funcionamiento de una morgue ubicada en la urbanización El Llanito. NP
Para el edil de Petare, la instalación del centro forense en ese sector, es un grave error urbano pues ese eje está zonificado como residencial, rodeado de edificios, escuelas, preescolares y parques. “Rechazamos con contundencia que la Ministra Carmen Meléndez haya aprovechado las fechas decembrinas de nuestros vecinos, para anunciar bajo la manga la apertura de una actividad ilegal desde el punto de vista urbanístico, contraproducente y peligrosa para el ambiente y para la salud de quienes viven en El Llanito como lo es una morgue en la comunidad”, aseveró.
Asimismo, el edil por la tolda aurinegra,
recordó que antes de ser concejal, ejerció el cargo de sub director de Ingeniería Municipal de la Alcaldía de Sucre y “en aquella oportunidad, como organismo con competencia en la materia de control urbano ordenamos la paralización de la construcción de la medicatura forense y exhortamos al Ministerio de Interior y Justicia a generar un proyecto que cumpliera con las garantías de respeto por el medio ambiente, estudios de impacto vial, salubridad vecinal, entre otros requisitos”.
Agregó que “nuestra posición no es oponernos por oponernos, pues hace dos años cuando comenzaron con la idea de construir la morgue en la zona, el alcalde Carlos Ocariz ofreció como alternativa varios terrenos municipales, unos de ellos ubicados en las cercanías de la autopista gran Mariscal de Ayacucho, que es donde debe funcionar una actividad con esas características, es decir es lugares de fácil acceso, de amplia circulación de aire y alejados de las zonas vecinales”.
Por último, al concejal justiciero anunció que una vez concluyan estos días de fin de año convocarán a las Juntas de Condominio, Consejos Comunales, comunidades educativas, entre otras, para evitar que se consume lo que consideran una actividad que perjudicará a todas las zonas vecinas.