Con todo lo malo, quiero reivindicar el rol, el papel, el lugar y la función que cada uno de nuestros líderes, la función que cada uno de nosotros (intelectuales, trabajadores y obreros, políticos, profesionales, estudiantes, exilados, funcionarios públicos (algunos), amas y amos de casa, editores, presos, desempleados, académicos, jubilados, todos) cumplió en este 2014. Aún con las diferencias en las posiciones, todas las personas, las personalidades, los grupos, los partidistas, los ciudadanos conscientes, todos, cumplimos con una función en este año que se nos va con un saldo positivo y otro negativo. El balance tiene haberes y deberes.
2014 fue un año en el que el socialismo totalitario intentó silenciar la voz de El Nacional. Fracasó. Intentó igualmente acobardar a Miguel Henrique Otero y a quienes le rodean. Y también fracasó. Las amenazas y ataques del poder irracional nos ha dado mayores retos. Hemos crecido en fortaleza y coraje, en nuestros principios éticos y políticos. Nuestra determinación es a toda prueba.
El año en que el chavismo se desvaneció, dando lugar al madurismo inútil, fracaso definitivo de un proceso autodestructivo. Año de la fragmentación y las riñas viscerales de la quebrada hegemonía roja. El año en que facciones rojas derramaron la roja sangre de los suyos.
2014, el año del desencanto revolucionario. Año de lleno negativo para el despotismo en Venezuela. Año de muerte e injusticias. Año de fracasos exorbitantes en todas y cada una de las razones de ser del Estado.
El año del encarcelamiento injusto de Leopoldo López y de la arremetida irracional de un poder innoble contra María Corina Machado.
2014, el año en que una quinceañera fue violada públicamente, frente a las cámaras, por los poderes públicos en concierto para desflorarla y, con ese acto lascivo, humillarnos a todos quienes observábamos el acto: la grotesca violación de la Constitución.
@massone59