Al menos 118 periodistas murieron en ataques con bomba o incidentes de fuego cruzado en el mundo en 2014 y Pakistán es el país más peligroso para la profesión, indicó este miércoles la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
En América Latina el “régimen del terror” del crimen organizado “continúa haciendo estragos”, agregó la FIP.
La cifra es superior a la registrada hace un año, cuando 105 periodistas murieron ejerciendo su profesión, según este último balance.
Estas cifras “son un recordatorio de la gravedad de la crisis de seguridad que viven los medios de comunicación”, indica la FIP en un comunicado en el que pide a los gobiernos “que hagan de la protección de los periodistas su mayor prioridad”.
La FIP cita “como ejemplos las brutales decapitaciones públicas como las de los reporteros autónomos británicos, James Foley y Steven Sotloff a manos de militantes del autoproclamado Estado Islámico” lo que “representa un giro en la actitud de los gobiernos hacia la protección de los medios de comunicación”.
Como resultado de la violencia contra los reporteros, lamenta el presidente de la FIP, Jim Boumelha, citado en el comunicado, “muchas organizaciones de medios de comunicación dudan a la hora de enviar reporteros a las zonas de conflicto por motivos de seguridad, incluso de utilizar material recopilado por periodistas autónomos”.
En su 24ª lista anual la FIP califica a la región Asia Pacífico por segundo año consecutivo como la más peligrosa, con un total de 35 periodistas muertos, entre ellos el corresponsal de la AFP en Kabul, Sardar Ahmad, víctima de un ataque en un hotel de la capital afgana en el que murieron su esposa y dos de sus tres hijos menores de edad.
Le sigue Oriente Medio con 31 fallecidos, América con 26, África con 17 y Europa con 9.
Pakistán, con 14 periodistas muertos, y Siria, con 12, son los dos países más peligrosos del mundo para ejercer la profesión.
En América Latina 25 reporteros murieron en hechos de violencia registrados en Brasil, Colombia, República Dominicana, Honduras, México, Paraguay y Perú.
“El implacable régimen del terror y la violencia del crimen organizado continúa haciendo estragos en el periodismo en América Latina, especialmente en Honduras (6 muertos) y México (5)”, señala la FIP.
En esos dos países “muchos periodistas pagan con su vida por informar sobre sucesos tales como la corrupción o el tráfico de drogas”, añade la FIP que extrae esta conclusión, explica, tras la misión que llevó a cabo en septiembre en el estado mexicano de Guerrero, “una de las áreas más violentas de México”, con el propósito de “alertar a las autoridades de la necesidad de una acción drástica para proteger a los periodistas locales”.
La cifra de la FIP difiere de la publicada la semana pasada por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) que en su informe anual indicó que 60 periodistas murieron ejerciendo su profesión en 2014. AFP