Quince por ciento de las gasolineras de Maracaibo tiene operativo el sistema automatizado de venta, ordenado por el Ministerio de Petróleo y Minería. De 87 hay activadas 13. Hay una estructura tecnológica instalada en la mayoría de los puntos, pero están pendientes por fallas en las conexiones. “Los trabajadores de PDVSA instalaron mal los equipos”, aseguró la administración de una estación de servicio. Así lo publica laverdad.com / Yasmín Ojeda
La recuperación del control y funcionamiento del lector de la Tarjeta de Abastecimiento de Gasolina (TAG), en seis puntos de la ciudad, avanzó la puesta en marcha de la automatización y desplazó la presencia de usuarios. “Las que no tienen ‘chip’ están que explotan las colas por ‘bachaqueros’”, criticó Bredi Fuenmayor, conductor.
En San Jacinto y La Limpia hay vehículos que rodean las estaciones, según constató este rotativo en un recorrido. Hacia los Haticos se observan unidades por puesto de municipios de la subregión Guajira. Y la venta restringida de tres bolívares por automóvil no frena las intenciones de quienes se hacen con el negocio ilícito. Tomás Pérez, taxistas, reprochó la presencia. “Todavía está el ‘bachaqueo’. Solo hay que ir a Mara y ver cómo están”.
Jackson Solano, chófer de transporte público, cuestionó el “tumulto” en las gasolineras de los Aceitunos y Postes Negros. Hasta dos horas pierden los conductores para cargar combustible. Por eso decidió “poner desde el primer momento el ‘chip’ de la gasolina, pero igual se ven colas”. Aseguró que el carburante es “necesario para trabajar”.
TAG, insuficiente
Más de un año tiene el plan intensificado contra el contrabando de combustible que encabeza la Fuerza Armada. La frontera se convirtió en la zona de trochas por la paso de contrabandistas. Los castrenses destruyeron más de 200 en 2014 en el extremo occidental del territorio nacional.
Para Martin Finol, conductor, la medida da resultados aunque es insuficiente. No opina de la presencia de “bachaqueros”. Si reconoció que hay retrasos a diario. Las estaciones de la Curva de Molina “están full”. La espera le hace perder dinero. El vehículo es alquilado y entre más tiempo pierde es menos ingresos. No puede acceder a puntos automatizados porque “el dueño no ha hecho el traspaso del carro, así no se puede poner el chip”.
Se queja porque en cinco años en el transporte público las limitaciones aumentan. El pasaje no alcanza para cambiar de los repuestos. “Todo está caro”. Antes se dedicaba actividades del campo. “Tenía una granja. Cultivaba yuca, melones. Cuando salía la cosecha había pérdidas. Y el veneno no se consigue ni el fertilizante”, lamentó.
74 estaciones en Maracaibo están pendientes por funcionamiento de equipos tecnológicos