1. Marruecos
En Marruecos, un 76% de la población masculina está alfabetizada, mientras que en lo que respecta a las mujeres, solo el 58% ha recibido educación escolar. Además, el país ha duplicado los matrimonios con menores en los últimos años y las niñas se ven obligadas a casarse por simples conveniencias de la familia. El pasado mes, se registraron dos casos en Marraquech de mujeres acuchilladas por haber pedido el divorcio: una de ellas era una menor forzada a casarse con su violador para recompensar el agravio a la familia.
2. Jordania
Aunque la reina Rania de Jordania se declare activista de los derechos de las mujeres y los niños, lo cierto es que su país es uno de los que menos los respeta. La representación política de las mujeres jordanas está muy limitada: solo el 12% de los puestos parlamentarios y el 11% de las posiciones ministeriales son ocupados por mujeres, una de las tasas más bajas del mundo.
3. Líbano
Uno de los asuntos más preocupantes del país es el alto índice de violencia doméstica que existe. Es un país donde las leyes religiosas y las creencias familiares regulan la vida de las mujeres: el divorcio está prohibido para los católicos y sorprende que se permitan sucesos como el llamado crimen de honor, por el cual un padre o un hermano pueden matar a su hija o hermana si sospechan o descubren que ésta ha cometido adulterio. En cuanto a la representación política de las mujeres, ésta es solo de un 3%.
4. Costa de Marfil
El país africano tiene una de las tasas de escolarización más bajas del mundo: tan solo el 56% de las niñas asisten a la escuela de primaria y un 14% de ellas a la secundaria. La región no queda exenta de violencia: el pasado año, UNICEF publicó que más de un 36% de las mujeres con edades comprendidas entre los 15 y 49 años, fueron sometidas a mutilación genital.
5. Irán
Irán se sitúa a la altura del Líbano con el mismo porcentaje de mujeres con representación parlamentaria: un 3%. De hecho, en 2013, el país descalificó a todas las candidatas a la presidencia en las elecciones. El pasado octubre, la región árabe desató una oleada de ataques a mujeres con ácido por parte de sectores radicales que querían castigar a las mujeres que, según ellos, no respetasen la vestimenta casta.
6. Malí
El país africano es uno de los pocos del mundo en los que la esperanza de vida de las mujeres es menor que la de los hombres: la media de sitúa en los 48 años. Además de la falta de alfabetización, en Malí, como en muchos países africanos, se siguen sucediendo la mutilación genital y el matrimonio forzado de menores.
7. Siria
Siria sigue en pleno conflicto bélico y ha dejado este pasado año cifras escalofriantes: más de 76.000 personas han muerto durante el 2014, según el balance publicado por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. Un clima hostil para todos los ciudadanos, pero si tenemos en cuenta las leyes machistas que se aplican a la mujer, éstas hacen de Siria uno de los peores países para vivir como tal.Una mujer siria necesita aún el permiso de su tutor varón para trabajar, viajar, casarse o pedir un préstamo. Al igual que se le prohíbe contraer matrimonio con un hombre de otra religión y se le ponen infinitas trabas de para divorciarse.
8. Chad
Uno de los datos más preocupantes del país centroafricano es el bajo índice de alfabetización que mantiene: solo el 28% de las mujeres saben leer y apenas un 55% de las niñas acuden a la escuela primaria. Algo que les impide avanzar en terrenos formativos y laborales, ya que la tradición está anclada en un ámbito machista y son las mujeres las que tienen que quedarse en casa cuidando de los niños y deben convivir con la poligamia de sus maridos, pues es algo socialmente aceptado.
9. Pakistán
Las cifras que aparecen en el informe de WEEF demuestran que Pakistán es uno de los países con mayores diferencias entre las oportunidades laborales para hombres y mujeres: sólo el 25% de ellas trabaja, frente al 85% de hombres que también lo hacen, sin duda un abismo considerable.
10. Yemen
Yemen se sitúa en el último puesto del ránking del informe, convirtiéndose así en el peor país del mundo para ser mujer: las oportunidades de trabajo, la educación, la salud y la supervivencia obtienen los peores criterios. No hay ninguna mujer yemení que participe en el parlamento, éste está constituido únicamente por hombres. El 17% de las niñas entre los 15 y 19 años son forzadas a contraer matrimonio, a modo de acuerdo familiar, para intentar salir de la pobreza y el 38% de ellas sufren mutilación genital. Las mujeres dependen de los hombres para vivir, pues necesitan su permiso para realizar prácticamente cualquier cosa: salir a la calle, ir a la universidad, sacarse el pasaporte.
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