El clima fue el “factor desencadenante” del accidente del avión de AirAsia, cuyos motores pudieron haberse dañado por la formación de hielo, indicó la agencia de meteorología indonesia, mientras los buzos proseguían su dificultoso trabajo este domingo.
Los equipos de rescate siguen tratando de recuperar los cuerpos de más víctimas y otros restos de la aeronave, en particular las cajas negras del Airbus A320-200.
El aparato transportaba 162 personas a bordo y se precipitó al mar de Java el 28 de diciembre, tras enfrentar nubes muy amenazantes después de su despegue de la ciudad indonesia de Surabaya rumbo a Singapur.
“En base a los datos de que disponemos, recibidos durante la ubicación y el último contacto con la aeronave, el clima fue el factor desencadenante del accidente”, señaló la agencia en su sitio en internet.
“El fenómeno meteorológico más probable es la formación de hielo que puede dañar los motores por un proceso de enfriamiento. Se trata simplemente de una de las eventualidades, basada en el análisis de los datos meteorológicos existentes”, añade la agencia.
El piloto había pedido tomar mayor altura para evitar las tormentas, pero no recibió inmediatamente la autorización a causa del importante tráfico aéreo que había en ese momento. Poco después, el aparato desapareció de las pantallas de los radares.
Cinco partes grandes del aparato fueron encontradas en la zona de tareas en el mar de Java, frente a las costas de la isla de Borneo. Las búsquedas, en las que participan Estados Unidos, Rusia y Francia, se han visto dificultadas por las condiciones meteorológicas.
Aprovechando una breve mejoría del tiempo, los buzos se sumergieron a treinta metros de profundidad, donde se encuentra la mayor parte del fuselaje, y recuperaron este domingo un nuevo cadáver, con lo que ya son 31 los encontrados hasta ahora.
– Una búsqueda dificultosa –
Según Bambang Soelistyo, director de la agencia indonesia de búsqueda y rescate, las fuertes lluvias y las olas están frenando las operaciones, que se volvieron a suspender tras el hallazgo del cadáver. Indicó también que se va a tratar de desplegar un vehículo submarino teleguiado.
Previamente, un responsable de las operaciones de búsqueda y rescate, S.B. Supriyadi, dijo que el objetivo era “acelerar la evacuación de cadáveres que quizás se encuentran en el interior del avión”.
Las autoridades indonesias rechazaron precisar a qué elementos del avión corresponden los cinco grandes restos hasta ahora recuperados, aunque uno de ellos podría ser parte de la cola, según una infografía entregada a los periodistas.
Las autoridades anunciaron por otro lado que investigarán las “infracciones” cometidas por la compañía AirAsia al sospechar que el avión tomó un pasillo aéreo sin autorización.
Pero las autoridades de la aviación civil de Singapur indicaron que la aerolínea había recibido la autorización para efectuar el vuelo. Una autorización de ambos lados es necesaria.
Sunu Wydyatmoko, presidente de AirAsia Indonesia, declaró a los periodistas que la compañía no realizará ningún comentario hasta que finalice la investigación.
El Airbus A320-200 que se precipitó al mar era explotado por AirAsia Indonesia, una filial de la compañía malasia AirAsia, llevando así a tres el número de catástrofes mortíferas para la aviación malasia en 2014, tras las de los dos aviones de la compañía nacional Malaysia Airlines (vuelos MH370 y MH17).
Los familiares de las víctimas se preparaban para nuevas inhumaciones en Surabaya, desde donde había partido el avión. Allí fue instalado un centro de crisis para la identificación de los cadáveres.
A bordo del avión de AirAsia se encontraban 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un malasio, un singapurense y el copiloto francés. AFP