Quienes conocen a Ricardo Lozano Forero, el nuevo embajador de Colombia en Venezuela, aseguran que es muy trabajador, organizado en lo que hace y que, sobre todo, siempre busca el camino de los consensos y del diálogo, , así lo publicó El Tiempo.
De hecho, esas fueron algunas de las consideraciones tenidas en cuenta por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, cuando fue escogido como embajador en Ecuador en el 2012, momento en que las relaciones con ese país estaban todavía en proceso de consolidación.
Lozano logró dinamizar las relaciones políticas y económicas entre Colombia y Ecuador, las cuales venían de un duro quebranto por la ruptura entre marzo del 2008 y noviembre del 2010, como consecuencia del ataque en el que fue dado de baja ‘Raúl Reyes’, jefe del frente internacional de las Farc.
Durante su paso por Quito, Lozano logró la creación de un sistema unificado de información con el cual ambos países pueden ver el estado de sus proyectos, sus necesidades y cronogramas para darles un impulso y una rápida ejecución.
“Hicimos una revisión de la agenda y nos dimos cuenta de que más del 80 por ciento de los proyectos entre los dos países tenían obstáculos y estaban estancados hacía muchos años. Con su metodología de trabajo, al finalizar el 2014 los resultados se invirtieron. Ahora el 80 por ciento de los proyectos están avanzados y casi finalizados”, afirma Sandra García, quien trabajó con Lozano en Ecuador como jefe de planeación estratégica.
El presidente Rafael Correa, en el último gabinete binacional, expresó su satisfacción por el mejoramiento de las relaciones y manifestó que “hoy hay absoluta transparencia” entre los dos países, que “redunda en el beneficio de nuestros pueblos”.
Lozano venía de liderar la oficina de Proexport en España, en el gobierno de Álvaro Uribe, en el que también consiguió logros significativos en el campo comercial.
De sus 53 años de vida, ha estado 14 en el trabajo diplomático en diversos países. Los técnicos de la Cancillería sostienen que Lozano, abogado de la Universidad del Rosario, tiene la singularidad de aplicarse a fortalecer las coincidencias de Colombia y el país donde se encuentre, y a hacer menos caso de las diferencias.
No es ajeno a la actividad política. En Colombia fue muy cercano al exministro Alfonso López Caballero y a la excanciller Noemí Sanín Posada, con quienes trabajó en el Ejecutivo. Su designación como embajador en Caracas, en reemplazo de Luis Eladio Pérez (del Partido Verde), va más allá de un compromiso partidista, pues no se lo identifica con algún movimiento en particular.
Tendrá ahora el desafío de cuidar las relaciones con Venezuela, país que enfrenta una de las crisis políticas y económicas más agudas de su historia. Y aunque las relaciones comerciales con ese país ya no aparecen tan estratégicas, sí lo serán las relaciones políticas, por lo que estas pueden ayudar a un buen desenlace del proceso de paz con las Farc.