Una reciente investigación que conmociona al mundo arrojó un dato que no todos podrán aceptar. Adolf Hitler, el máximo genocida de la historia, no se habría suicidad en su búnker, sino que habría escapado al sur del Argentina, utilizando el apellido Kirchner para camuflarse entre la población local.
Tras los pasos de Hitler, libro del periodista Abel Basti, es un extenso trabajo que recopila la información necesaria para, al menos, dudar de la versión oficial, aquella que cuenta que el Führer se suicidó en su búnker de Berlín, cuando la derrota de los países del eje se había convertido en un hecho irreversible.
“Terminé creyéndolo cuando empecé a entrevistar a testigos que habían estado con Hitler en Argentina”, expresó Basti en diálogo con EFE Press. El libro llevó 20 años de trabajo y cuenta que Hitler se desplazaba con total tranquilidad por la ciudad de Bariloche y hasta visitó otros países, como Brasil, Colombia y Paraguay, donde, según la obra, hoy yacen sus restos.
Kurt Bruno Kirchner habría sido el nombre adoptado por el genocida para vivir tranquilo en Argentina. Según el libro, el militar nazi llegó al país desde Asunción, inmediatamente después del derrocamiento de Juan Domingo Perón.
En la obra aparecen los testimonios de Eloísa Luján, quien probaba la comida de Hitler antes que él para asegurarle que no estaba envenenada, y el de Ángela Soriani, sobrina de Carmen Torrentegui, la cocinera del máximo asesino de la historia.
Vía Diarioveloz.com