Tomando en cuenta que la actividad financiera es aquella que realiza el Estado para satisfacer las necesidades de la colectividad, y la actividad económica la realizan los particulares para satisfacer sus necesidades, este 2015 se vislumbra como un año de grandes dificultades económicas, ya que ambas actividades se verán afectadas por la ejecución de un presupuesto aprobado para el presente año, que no se ajusta a la realidad económica nacional y mundial, cuyo monto de Bs. 741,7 millardos está subestimado, reseña El Impulso.
Si tomamos como referencia el presupuesto del año 2014, observamos que hasta el 18 de diciembre del mismo año, este se incrementó en 102%, ya que en créditos adicionales fueron autorizados Bs 566 millardos que sumados a lo presupuestado para dicho año (Bs. 552,6 millardos) da un gasto total de Bs. 1,1 billones, esta sería la primera vez en la historia de la economía venezolana que el uso del gasto extraordinario (créditos adicionales) se coloca por encima del presupuesto aprobado, de ahí que el monto correspondiente al presente año sea irreal. Este proceso de aumentar los gastos extraordinarios se inició en el año 2010, lo cual indica que no hay sinceridad en la elaboración de los presupuestos, y para el presente año, de continuar la baja del barril de petróleo unido al incremento desmesurado de los gastos extraordinarios, traerá como consecuencia, la no disponibilidad de ingresos para respaldar los créditos adicionales del año 2015.
Cada variación a la baja de $1 en el precio del barril de petróleo, significará para Venezuela, una disminución en los ingresos aproximadamente de 700 millones de dólares al año; disminución de las reservas internacionales, disminución de las importaciones y Pdvsa tendrá que recurrir al financiamiento por parte del B.C.V, de darse lo estipulado para el precio del barril de petróleo ($60) contemplado en el presupuesto, originaría una caída aproximada en los ingresos de $ 17.925 millones, situación que aumentaría el déficit fiscal en un 20% del P.I.B.
La inflación esperada para el presente año de acuerdo al presupuesto a ejecutarse, es de 25 a 30 %, cifra imposible de lograr ya que no se han tomado las medidas necesarias para alcanzar tal fin, la única manera de lograrlo sería iniciar los ajustes para un cambio del modelo económico actual, lo cual parece prácticamente imposible ya que hacerlo sería reconocer el fracaso del Socialismo del Siglo XXI, basado en la toma de una serie de medidas que no generan crecimiento y desarrollo económico, por cuanto destruyen el aparato productivo trayendo a su vez la no inversión tanto interna como externa.
La inflación ha tomado importancia dentro de los estudios económicos, debido a que sus efectos pueden ser fatales para un país. Con acierto decía Lenin: “La mejor forma de destruir la civilización occidental sin disparar un solo tiro es desquiciar su moneda” es decir, producir la inflación.
Esto es verdad, pero no solo en los países occidentales, sino en cualquier país. La pérdida del control sobre la moneda, produce el caos económico, político y social.