La hija de Óscar López Rivera, preso en Estados Unidos por nexos con un grupo nacionalista portorriqueño, duda de la viabilidad de la propuesta del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de canjear a su padre por el opositor venezolano Leopoldo López.
En declaraciones este martes a una radio colombiana, Clarisa López aseguró que aunque no le tomó por sorpresa la petición de Maduro, cree que ésta no es viable porque “Estados Unidos no va a reconocer que tiene presos políticos, así que no creo que vayan a hacer el canje”, dijo a RCN la Radio.
El domingo pasado, Maduro propuso este intercambio como un aliciente para mejorar las relaciones entre Caracas y Washington, tensas luego de que la Casa Blanca aprobara sanciones contra altos funcionarios venezolanos.
Si la aceptaran, Estados Unidos “estaría reconociendo también que en su país hay violación de derechos humanos y que tiene presos políticos”, agregó Clarisa López, quien insistió en que la única manera de que su padre salga de la cárcel es con un indulto del presidente Barack Obama.
López Rivera está preso desde 1981 tras ser condenado por los crímenes de conspiración, transporte de armas y municiones ligados a su involucramiento con el grupo nacionalista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (FALN), según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
López ya había recibido “clemencia presidencial” en 1999 por parte del entonces mandatario Bill Clinton, pero la rechazó porque en el grupo de 12 indultados -del que él hacía parte- no estaban dos de sus “compañeros de lucha” encarcelados, añadió su hija.
Por su parte, el Departamento de Estado negó la posibilidad de un canje por el opositor venezolano Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, quien se encuentra detenido desde febrero de 2014 en Venezuela.
“No hay comparación entre esos casos”, dijo el lunes en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
“Es lamentable que alguien, Leopoldo López, que se debe presumir inocente, sea sentenciado en televisión por el presidente de Venezuela sin que concluya su juicio”, agregó.
El político derechista venezolano está acusado de incitar a la violencia durante la ola de protestas contra la inseguridad y la crisis económica desatadas en febrero de 2014, que dejó un saldo de 43 muertos y cientos de heridos. AFP