Rusia y Ucrania celebran la Navidad ortodoxa más divididos que nunca (Fotos)

Rusia y Ucrania celebran la Navidad ortodoxa más divididos que nunca (Fotos)

RUSIA-NAVIDAD ORTODOXA (4)

Los cristianos ortodoxos de Rusia y Ucrania celebran hoy su Navidad más divididos que nunca tras un año marcado por el creciente distanciamiento entre los dos países y sus ciudadanos, que se miran con recelo a causa de la guerra en el este ucraniano.

Más divididos aún que los dos países vecinos están los propios ucranianos, enfrentados desde el pasado mes de abril en una guerra civil que ya se ha llevado casi 5.000 vidas, entre combatientes y civiles, según datos de las Naciones Unidas.

En una Ucrania en la que conviven tres iglesias ortodoxas distintas, amén de los 4,3 millones de ucranianos que profesan la fe católica (en torno al 10 % de la población), las autoridades se han visto obligadas a proteger con policías los templos religiosos para evitar provocaciones.

Más de 250 agentes fueron desplegados hoy en las tres principales catedrales de Kiev, cada una de las cuales es el templo mayor para los tres patriarcados ortodoxos de Ucrania, donde la religión mayoritaria en este país ha sufrido dos cismas en el siglo XX.

A pesar de las tensiones actuales entre Rusia y Ucrania, la mayoría de los creyentes ucranianos guardan fidelidad a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana dependiente del Patriarcado de Moscú.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, acudió hoy a la misa navideña oficiada en el monasterio de Maniava -en la occidental y europeísta región ucraniana de Ivano-Frankivsk-, que obedece a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana dependiente del Patriarcado de Kiev, la segunda mayoritaria en el país, escindida del Patriarcado de Moscú en 1992.

La tercera corriente ortodoxa en número de fieles se independizó de Rusia en 1920, poco después de la revolución bolchevique de 1917, y se denominó Iglesia Autocefálica Ortodoxa de Ucrania.

Tras un año marcado por la crisis de Ucrania, que lo impregna prácticamente todo en la actualidad de Rusia, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, se mostró hoy convencido de que nada, ni siquiera la guerra en el este ucraniano, podrá romper los lazos históricos entre los dos países vecinos.

“Ninguna conmoción y sufrimiento temporales, ninguna fuerza externa podrá romper los centenarios lazos espirituales y culturales de los herederos de la santa pila bautismal de Kiev”, dijo Kirill en alusión a las raíces de Rusia en el primer Estado ortodoxo ruso, la Rus de Kiev, que tuvo se centro político y religioso en la actual capital ucraniana.

Recordó que en este 2015, tanto en Rusia como en Ucrania conmemorarán los mil años desde la muerte del Gran Príncipe Vladímir de Kiev, fundador de aquel primer Estado moderno ruso, creado tras la cristianización de los pueblos eslavos que habitaban entonces extensos territorios en las actuales Ucrania, Rusia y Bielorrusia.

“A él debemos el ser portadores de la sabiduría cristiana y, en suma, conformamos la familia unida de los pueblos ortodoxos hermanos de la histórica Rus. Así fue, es y será”, subrayó el patriarca ruso.

Poco después, en una entrevista concedida a la televisión estatal rusa Rossiya, Kirill sugirió que, “para que reine la paz en la tierra ucraniana, hay que tener en cuenta todos los puntos de vista, encontrar la manera de armonizar pacíficamente los distintos intereses”.

Tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en marzo de 2014 y la posterior rebelión prorrusa en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, las relaciones entre Rusia y Ucrania no han dejado de empeorar.

La tensión ha llegado al extremo de que Kiev acusa a Moscú de apoyar a los sublevados no sólo de palabra, sino también con armas e incluso tropas regulares que se hacen pasar por las milicias rebeldes.

Además, la anexión de Crimea y el apoyo a los prorrusos le ha costado a Moscú una escalada de tensión con Occidente sin precedentes desde la desintegración de la Unión Soviética.

Occidente, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, ha adoptado contra Rusia duras sanciones que han dañado su ya de por sí débil economía, al tiempo que Moscú y Washington han vuelto a discursos amenazantes que recuerdan los tiempos de la Guerra Fría.

Ortodoxos rusos y ucranianos festejan la Navidad según el viejo calendario juliano por el que todavía se rigen sus iglesias a diferencia de los Estados, que utilizan el moderno gregoriano, adelantado trece días.

La Navidad ortodoxa fue declarada día festivo en Rusia tras el hundimiento de la URSS en 1991 y se convirtió en un símbolo más del ímpetu religioso, que, auspiciado desde el poder, ha devenido en señal de la identidad nacional rusa. EFE

Fotos EFE

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