Clérigos musulmanes en Oriente Medio que denunciaron el ataque de la semana pasada contra Charlie Hebdo criticaron al semanario satírico francés el miércoles por publicar nuevas caricaturas del profeta Mahoma en su primera edición tras los asesinatos.
En la portada de su “edición de los supervivientes”, con una tirada de hasta tres millones de copias que se agotaron en minutos en Francia, el semanario publicó una caricatura de Mahoma llorando y sosteniendo un cartel con la leyenda “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), bajo el título “”Tout est pardonné” (Todo está perdonado).
Si bien los líderes musulmanes en todo el mundo condenaron el ataque, muchos dijeron que su decisión de publicar más caricaturas de Mahoma era una provocación innecesaria y una señal de falta de respeto que podría generar reacciones violentas.
Caricaturas semejantes “alimentan el sentimiento de odio y resentimiento entre la gente” y publicarlas “muestra desprecio” hacia los sentimientos de los musulmanes, dijo el Gran Muftí de Jerusalén y los territorios palestinos, Mohammed Hussein, en un comunicado.
El periódico independiente argelino en inglés Echorouk respondió en su portada con una caricatura propia de un hombre sosteniendo un cartel de “Je suis Charlie” al lado de un tanque militar que aplasta pancartas de Palestina, Mali, Gaza, Irak y Siria.
Arriba, el titular es: “Todos somos Mahoma”.
En Turquía, un diario secular de oposición publicó pasajes de la edición de Charlie Hebdo pero no incluyó la portada con la imagen de Mahoma. La policía acordonó el edificio del periódico por preocupaciones de seguridad.
En Irán, un destacado clérigo conservador, el gran ayatolá Nasser Makarem-Shirazi, dijo que la publicación de nuevas imágenes satíricas de Mahoma “equivalía declarar la guerra contra todos los musulmanes”.
Al-Azhar, una institución de enseñanza islámica de mil años de antigüedad que se refirió al ataque en París como un acto criminal, instó a los musulmanes el miércoles a ignorar las caricaturas del semanario, calificándolas de “odiosa frivolidad”.
Muchas personas en las calles de Oriente Medio dijeron que era tiempo de seguir adelante.
“Las caricaturas no tienen significado, no deberían afectarnos. Nosotros como musulmanes somos más fuertes que unas caricaturas. No deberíamos prestar atención y si fuéramos a reaccionar deberíamos reaccionar con palabras y caricaturas”, dijo Samir Mahmoud, un ingeniero jubilado de El Cairo.
Emad Awad, un cristiano en El Cairo, dijo que entendía el enojo de sus vecinos musulmanes pero que esperaba que no sucedieran más hechos violentos.
“Rechazo completamente las imágenes del Profeta que se publiquen en cualquier lado, pero ellos tomaron su decisión de hacerlo de nuevo, para mostrar que sus libertades no cambiaron”, comentó.
“Ahora que ya establecieron su punto, realmente espero que sea la última vez que lo hacen. No creo que lleve a más violencia, pero se perdieron la oportunidad de dejar el tema en el pasado y seguir adelante”, agregó.
En Turquía, Cumhuriyet, un periódico secular opositor, publicó pasajes de Charlie Hebdo en turco, una de las cinco ediciones internacionales del semanario.
La policía detuvo a los camiones que transportaban los diarios desde la imprenta para asegurarse que no contenían la imagen de Mahoma, dijo el diario Milliyet. Insultar al Profeta es un delito que conlleva una condena de prisión bajo una cláusula del código penal turco que prohíbe la falta de respeto a los valores religiosos.
El clérigo saudita Iyad Ameen Madani, Secretario General de la Organización de Cooperación Islámica, denunció la nueva caricatura como “insolente, ignorante e insensata”.
“La libertad de expresión no debe convertirse en un discurso de odio (…) Ninguna persona cuerda, más allá de su doctrina, religión o fe, acepta que sus creencias sean ridiculizadas”, dijo durante una visita a Irak.
Reuters