El martes una delegación del equipo de Vente Joven Guanare recorrió diversos establecimientos de venta de productos de primera necesidad en la capital del estado Portuguesa, encontrando: anaqueles vacíos, consumidores alterados por la zozobra de no confiar en la economía de un país sin un norte económico seguro y controles –que van desde la implementación del sistema biométrico para captar huellas regulando así la venta de determinadas mercancías, hasta irrisorios controles utilizando el terminal de la cédula de identidad para permitir que un venezolano pueda comprar o bien un día específico o bien una cantidad determinada de artículos durante un lapso de tiempo definido– esto dentro del territorio nacional cómo dicen los consumidores “ya es costumbre”.
La primera imagen corresponde a un reconocido supermercado de la Avenida Unda de dueños asiáticos (chinos) y la segunda del Bicentenario ubicada en la misma avenida .
Afueras del Bicentenario que se visito muestran que días se puede comprar.