Dámaso Jiménez: Vale todo

Dámaso Jiménez: Vale todo

thumbnaildamasojimenezVale todo:  pueden mentir todo lo que quieran, despojar a los venezolanos de la internet por más de 12 horas para evitar que demuestren su descontento en las redes sociales y evidencien el escueto apoyo que recibió Maduro a su llegada; perseguir incluso a quienes advirtieron el desastre con años de antelación, o inventar nuevos culpables y acaparadores dentro de sus propios colaboradores, luego de largos meses de escasez de alimentos como consecuencia  de la destrucción sistemática del aparato productivo nacional.

Pueden tratar de ocultar incluso las políticas que permitieron entonces entregar la seguridad alimentaria del país a una boliburguesía criminal que se dedicó a recibir dólares preferenciales para importar alimentos de mala calidad y generar a su vez un contrabando despiadado de esos mismos productos más allá de nuestras fronteras, bajo la atónita y extraña permisividad de la FANB. Solo en el 2014 la Asamblea Nacional aprobó créditos adicionales por 22,4 millardos de bolívares (3,5 millardos de dólares) para la labor patriótica de importar alimentos que no se ven en los anaqueles (El Nacional 19-01-2015)

Hasta podemos escuchar de forma repetida al Vicepresidente Arreaza amenazando una y mil veces con poner preso a todo el que se le atraviese o intente contradecirlo, aunque sea el mismo gobierno quien controle y manipule la cadena alimenticia en Venezuela.





Lo que no se puede controlar, arreciar, esconder, manipular e imponer, es la sensación de fracaso del sistema castrocomunista evidenciadas en las palabras huecas del presidente Maduro en un discurso completamente disociado con la realidad venezolana, mientras todo el país sigue paralizado a la espera del anuncio de unas medidas económicas y la presentación de un plan de ajustes a propósito de la grave crisis económica que se niegan reconocer.

El verdadero país con franela roja y sin ella está sembrado en miles de infernales colas llenas de incertidumbre, ante la mirada esquiva de un Estado controlado  por el sistema decadente y una oposición habitual que ya lleva 16 años y que luce cómplice, acomodaticia, torpe, falsa, decadente e inútil.

Luego de la gira de 13 días por el mundo para replantear los precios del crudo y solicitar un préstamo de 20 mil millones de dólares para solventar las graves deudas, Maduro regresó con las manos vacías y un gran fracaso en la supuesta misión encomendada. Irónicamente despegó con un barril en 47 dólares y aterrizó de vuelta el pasado sábado cuando nuestro único producto de exportación se ubicó en 38 dólares el barril, menos que cualquier bisutería de quincalla o un almuerzo chatarra en cualquier calle fuera de Venezuela.

Claro que se trata de un gobierno fracasado que cabe en un bus en viaje de retorno a Miraflores con Maduro al volante, el símil perfecto. Pero debemos tomar en cuenta que su horrible gestión es inversamente proporcional con la astucia de ese clan para destruir todas las restantes salidas constitucionales y existenciales de la democracia y atornillarse en perpetuidad ante nuestros agotados ojos.

 

Maduro es solo una fachada de un complicado sistema político que incluye militares venezolanos, gobierno castrocomunista cubano, gobiernos parásitos del ALBA, paramilitares, brókers consanguíneos de la corte gubernamental y opositores negados a perder sus negocios. Él solo está allí para disimular el desastre, por eso realizó una infructuosa y costosa gira presidencial con toda la familia para dar a entender que la grave crisis que afecta a Venezuela está controlada y negar de paso todas esas cosas que se vienen diciendo de su ineptitud y estrepitosa caída de popularidad, así desde el principio del viaje se supiera que no habían posibilidades de conseguir nada y que no quedaba otra salida que seguir vendiendo la nación a pedacitos.

Venezuela nunca tuvo ningún peso político y económico para modificar la tendencia de los precios petroleros. A 38 dólares el barril prácticamente estamos quebrados y el gobierno está obligado a implementar un paquete neoliberal de derecha con semántica revolucionaria que agudizará la miseria y que ya tienen diseñado a la espera de una oportunidad política para implementarlo, cuando su costosa hegemonía comunicacional revierta la imagen de los únicos causantes de todo este desastre como los grandes salvadores de la patria.

El paquete que tiene el gobierno para enfrentar esta grave circunstancia económica es de dolarización total de la economía, que impondrán de a poco mientras van culpando a los sectores que lo adversan o disienten.

Con el control absoluto de la cadena alimenticia la bolsa con comida llegará solo a los sectores dispuestos a votar por el gobierno, igual los electrodomésticos, los automóviles, los repuestos. La miseria y el hambre serán administradas con criterio político en función de las parlamentarias, mientras aprovechan el tiempo para vender Citgo o cualquier otro recurso del país en búsqueda de dinero fresco, que les permita imponerse en la campaña electoral a través del clientelismo político y la entrega de dádivas.

Ya tienen el control del CNE y la fecha será un asunto a conveniencia del PSUV. ¿La oposición de partidos? Bien, gracias. ¿La oposición ciudadana?

@damasojimenez