El periodista argentino Damián Pachter, que fue el primero en dar la noticia de la muerte del fiscal encargado del caso AMIA, Alberto Nisman, explicó hoy en un artículo las razones que le llevaron a una frenética huida de 48 horas desde Buenos Aires a Tel Aviv.
En un artículo que firma en el digital del diario israelí “Haaretz”, con el que ha colaborado en varias ocasiones, más recientemente en informaciones relacionadas con el caso Nisman, Pachter afirma haber sido objeto de intimidaciones, noches en vela y la vigilancia de un supuesto agente de inteligencia.
Bajo el título de “Por qué dejé Argentina tras la primicia sobre la muerte de Alberto Nisman”, el periodista explica cómo tuvo conocimiento del fallecimiento del fiscal argentino gracias a una fuente, que nunca desvelará, y que decidió a colgar la información en Twitter.
“Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí”, fue el tuit que lo puso en el foco público.
“Los días siguientes estuvieron marcados por el gobierno tratando de crear una historia oficial. Primero, la jefa de estado (argentina, Cristina Fernández) sugirió una ‘hipótesis del suicidio’, luego un asesinato misterioso. Ellos por supuesto no tenían la culpa. De nada”, escribe Pachter en la columna del medio israelí.
El periodista añade que tras la primicia, varios amigos y fuentes se pusieron en contacto con él y en algún caso, le urgieron a mantener encuentros, pero que “durante esos días locos” subestimó ese tipo de propuesta.
El pasado viernes, cuando Pachter se encontraba en la redacción del periódico para el que trabajaba, Buenos Aires Herald.com, un colega de la BBC le exhortó a mirar lo que decía la agencia oficial Télam sobre la muerte de Nisman; en concreto, un supuesto tuit que le atribuían y que según aduce, nunca escribió.
Esa desconcertante información llevó a Pachter a pensar que se trataba de un aviso o un mensaje codificado.
Posteriormente habló con un amigo que le dijo: “sal de ahí ahora mismo y vete a Retiro”, una de las estaciones de autobuses de Buenos Aires, donde se subió a un vehículo y tras varias horas de recorrido llegó a una estación, donde pudo ver que alguien lo vigilaba, aunque en un principio no fue consciente.
Pachter describe al supuesto agente como un individuo vestido con pantalones vaqueros, cazadora vaquera y unas gafas de sol.
Cuando un amigo llega a su encuentro, este le comenta que le están vigilando y le hace una foto: “Permanece tranquilo y mira a la cámara”, le dice al sacarle una instantánea en la que aparece el supuesto espía que se marcha cinco minutos después.
El periodista asegura poseer con él la foto.
“Luego tuve que estudiar la mejor opción, porque cuando un agente de inteligencia argentina te sigue la pista, nunca son buenas noticias. No quería únicamente tomar café conmigo eso, está claro”, argumenta en su artículo.
Al percatarse de que lo vigilaban, el periodista resuelve abandonar el país y compra un billete de Buenos Aires a Montevideo, Madrid y con destino final en Tel Aviv, país en el que ha residido en el pasado, según consignan medios locales israelíes y miembros de la comunidad judía local.
A pesar de la imprevista decisión y de asegurar ser objeto de escuchas telefónicas, logra despedirse de su madre y de dos colegas en el aeropuerto porteño, que le hacen una entrevista publicada por medios argentinos.
“No tengo ni idea de cuándo regresaré a Argentina: Ni siquiera sé si quiero. Lo que sé es que el país donde nací no es el lugar feliz del que mis abuelos judíos solían contarme historias”, reza el artículo.
Tras dejar Argentina, Pachter descubre que la Casa Rosada publicó en Twitter detalles del billete de avión que había comprado y aseguraba que tenía previsto regresar al país el próximo 2 de febrero, información que niega y publica un billete electrónico con fecha de previsto retorno en diciembre.
“Argentina se ha convertido en un lugar oscuro liderado por un sistema político corrupto. Aún no he digerido todo lo que me ha pasado en las últimas 48 horas. Nunca imaginé que mi regreso a Israel sería así”, concluye el artículo.
En su cuenta de Twitter Pachter ha escrito un breve mensaje tras llegar a Israel: “A salvo en Tel Aviv. Gracias a todos. En breve hablamos. Dami.”. EFE