El asesinato del periodista mexicano Moisés Sánchez fue presuntamente orquestado por el alcalde del municipio donde residía, señaló este lunes el fiscal del estado de Veracruz (este), que adelantó que solicitará retirar el fuero al funcionario para detenerlo.
Sánchez, de 49 años, fue secuestrado y asesinado el pasado 2 de enero en un crimen en el que participaron policías del municipio de Medellín de Bravo (Veracruz) coludidos con el crimen organizado, según declaraciones a la fiscalía de un exagente, que permitieron dar con el cuerpo brutalmente torturado del periodista en una localidad cercana.
“El grupo delincuencial es contactado por el chófer y escolta personal del alcalde de Medellín, quien le pide desaparecer a Moisés porque les afecta mucho en el modo que ellos dicen que ‘calienta’ la zona”, dijo el fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, a la emisora MVS Radio, asegurando que este lunes pedirá al Congreso estatal que le autorice detener al alcalde.
Además de los señalamientos de la familia del periodista contra el alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz, el fiscal aseguró que su dependencia encontró “evidencias públicas” como videos en las redes sociales que demuestran “los diferendos entre Moisés y el alcalde” además de “algunas amenazas demostradas”.
Sánchez dirigía el periódico local La Unión de Medellín, una publicación que acostumbraba a publicar hechos relacionados con el narcotráfico y la corrupción en Medellín de Bravo, municipio vecino al importante puerto de Veracruz y situado a 400 km de la capital mexicana.
La organización de defensa de la libertad de expresión Artículo 19, con sede central en Londres, ya había denunciado que el alcalde Cruz, del opositor Partido Acción Nacional (PAN, conservador), estaba molesto con las publicaciones de Sánchez y había amenazado con “callarlo dándole una lección”.
En días pasados, el alcalde se presentó a declarar por la desaparición de Sánchez.
La fiscalía de Veracruz, que ha detenido a una docena de policías locales por el caso, confirmó el domingo en la noche el hallazgo del cuerpo del comunicador en una bolsa negra en el cercano municipio de Manlio Fabio Altamirano.
“No es un cuerpo que pueda reconocerse a través de los sentidos, es un cuerpo que está brutalmente lastimado”, expresó el fiscal Bravo sin querer ahondar en detalles del cadáver por respeto a la familia, aunque la prensa local asegura que fue decapitado.
Veracruz es el estado más peligroso para ejercer el periodismo en México, con al menos 15 comunicadores asesinados y otros cuatro desaparecidos desde el año 2000, según datos de Artículo 19. AFP