El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se mostró hoy “optimista” sobre un acuerdo definitivo para poner fin a la guerra en su país, y ante la patronal francesa subrayó que “con esa paz, las oportunidades en Colombia se van a multiplicar” para los inversores. EFE
Santos, que participaba en una sesión de trabajo en la sede parisina del Movimiento de Empresas de Francia (Medef), negó la “propaganda destructiva” sobre una posible negociación con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acerca de cuestiones como la propiedad privada, las reglas democráticas o económicas o el control de las fuerzas del orden.
“Nada de todo eso está sobre la mesa”, afirmó el jefe del Estado, que también dio garantías que “todo lo que se acuerde al final de esta guerra” se someterá al pueblo colombiano, e insistió en que los inversores no tienen nada que temer.
Hizo hincapié en que el conflicto se está tratando de concluir “como se acaban todas las guerras, en una mesa de negociación”, aunque también desde “una posición de fuerza” gracias al vigor del ejército y de las fuerzas de seguridad.
Santos señaló que muchos economistas calculan que la paz podría significar un 2 % de crecimiento adicional, y más todavía en zonas muy afectadas por el conflicto.
Indicó que en los tres años de negociación “hemos avanzado como nunca antes” al llegar a acuerdos en tres de los cinco puntos, y lo que falta es lo que tiene que ver con “la justicia de transición” y el desarme, desmovilización y la integración de los guerrilleros.
Previamente, el presidente colombiano había recordado que su país tuvo el pasado año un crecimiento del 4,7 %, “el mayor” de las economías medias, y además fue “un crecimiento muy sano” que estuvo “acompañado de la creación de empleo como nunca antes, tres millones de puestos de trabajo en cuatro años”.
“Si hemos logrado todo esto en medio de una guerra de 50 años, imagínense lo que habríamos logrado sin esa guerra” que “ha supuesto un costo altísimo”, argumentó.
Santos dijo a los empresarios franceses que su país necesita a los inversionistas extranjeros, y que a los que se instalan en Colombia “los tratamos como uno de los nuestros” con “unas reglas de juego claras, predecibles”.
El presidente colombiano, que iba acompañado, entre otros, por la canciller, María Ángela Holguín, por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárcenas, y por la viceministra de Comercio fue recibido en el Medef por su presidente, Pierre Gattaz, con el que mantuvo una breve entrevista.