La ignorancia supina del régimen lo hace incapaz de resolver un problema tan simple como el control del mosquito patas blancas, por lo que está inhabilitado para enfrentar asuntos más graves y complejos.
El deterioro de los poderes públicos dificulta la resolución de la crisis. De capitán a capitán. Salazar denunció tropelías y dejó desnudo y sin cabello al que convirtió al parlamento, la casa de todos, en un anti congreso, en la guarida del Psuv.
Un año antes del finado arribar al poder, en el 99, se creó el Fondo de Estabilización Macroeconómica. No ahorraron sino dilapidaron al margen de la ley lo que era de todos los venezolanos. Multiplicaron por seis la deuda, pasó de 32809 millones de dólares a 204286. Controlan todo menos la delincuencia y el alto costo de la vida.
Resurge la esperanza de ver libre pronto a la patria. Venezuela emprenderá un cambio profundo en donde la solidaridad, el crecimiento económico y el respeto a los derechos de todos sea la prioridad del Estado y de la Nación entera.
El camino para lograrlo es la convocatoria de todos para sustituir, por los mecanismos que establece la constitución, a quienes hoy han traído al país al colapso generalizado.
La inmensa mayoría de los venezolanos aspiramos ese cambio, pero confrontamos un obstáculo enorme representado por una pequeña élite corrupta e ineficiente que ha tomado por asalto las instituciones del Estado.
El cambio hoy es una necesidad perentoria, los venezolanos desean ponerle fin a tanta ignominia. Está planteada una nueva retórica, una nueva esperanza. Un nuevo enfoque de la realidad nacional. Ya hieden quienes tienen 16 años prometiendo futuros y terminaron hundiendo al país en el peor de nuestros pasados. Sin apoyo popular el régimen va por el remate de los activos del país. Hay que frenarlos. Quienes crearon el desastre están inhabilitados para sacarnos a flote.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
@JulioCArreaza