Cucarachas y ratas en la cocina de varios locales de la franquicia Domino’s Pizza en Perú obligaron a la empresa a cerrar temporalmente sus operaciones en el país, hasta resolver los problemas de salubridad. AFP
Todo empezó con una queja de un comensal limeño que, la semana pasada, encontró en su humeante y crujiente pizza un ingrediente que no pidió. Entre el salame y el queso gratinado y derretido, asomaba el bronceado torso de una cucaracha.
El cliente, que recibió la pizza a domicilio, publicó la foto en redes sociales, viralizándola y generando una avalancha de críticas contra la firma.
La denuncia provocó que representantes del Ministerio de Salud acudieran a varios locales de esta importante franquicia estadounidense en Lima.
En el mismo local de la localidad limeña de Camacho, desde donde había salido el producto, encontraron que las cucarachas se paseaban por la cocina y que además había pésimas condiciones de salubridad, según un video difundido por la prensa y que fue captado por las autoridades.
El lunes último, otro equipo de salud encontró excremento de roedores en la cocina de otro de los locales de la pizzería, cuya franquicia administra en Perú la familia de un exministro de Economía. En algunos locales, los trabajadores no permitieron la inspección.
El cliente que denunció el hecho contó a la prensa que la pizzería lo llamó para reclamarle por estar “perjudicando a la empresa”. Tras estos incidentes, y en medio de una andanada de críticas, la firma cerró provisionalmente todos sus locales en Perú, aunque no informó de cuántos se tratan.
“Durante este cierre temporal realizaremos una auditoría de todos nuestros procesos e instalaciones, a cargo de una institución especializada e independiente, para dar mayores garantías sobre nuestros productos y servicios al momento de la reapertura”, aseguró la firma en un comunicado el lunes por la noche.
Domino’s Perú da trabajo a 500 personas y elabora un millón de pizzas al año, según informó la propia compañía en Lima.