El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, considera “vergonzoso” el gasto de unos 10 millones de libras (13 millones de euros) de custodiarle en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió en junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia. EFE
En declaraciones que difunde hoy la agencia británica PA, Assange lamenta, a través de su portavoz Kristinn Hrafnsson, que el Gobierno británico esté dispuesto a pagar esa cantidad para tener a agentes de policía vigilándole las 24 horas.
“Es vergonzoso ver que el Gobierno gasta más en vigilar y detener a un refugiado político que no ha sido imputado de cargos que en su investigación sobre la guerra de Irak, en que murieron cientos de miles de personas”, declaró el portavoz.
Hrafnsson se refería a la investigación sobre el papel del Reino Unido en la guerra de Irak de 2003, cuyas conclusiones han sido postergadas entre gran polémica.
Assange también criticó la posición de Suecia, que reclama su entrega para interrogarlo por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010 y que rechaza hacerlo por videoconferencia o en territorio británico.
El experto informático, que en todo momento ha negado esas acusaciones, condenó que el responsable legal del ministerio de Exteriores sueco, Anders Ronquist, dijese recientemente que “no hay ninguna convención global sobre asilo diplomático” y que “no hay límite” para mantener encerrada a una persona a la que no se le han imputado cargos.
“Suecia ha importado las práctica legal más vergonzosa de (el centro de detención estadounidense en Cuba) Guantánamo, el arresto indefinido sin cargos”, opinó el fundador de WikiLeaks, según la PA.
Assange, de 43 años, fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 a petición del Estado sueco, que le reclama para interrogarlo por esos presuntos delitos sexuales contra dos mujeres.
Tras perder en el Reino Unido su batalla legal contra la extradición, el australiano, que durante el proceso estuvo bajo arresto domiciliario en Inglaterra, se refugió el 19 de junio de 2012 en la embajada de Ecuador, que después le concedió asilo político.
Sin embargo, Assange no ha podido viajar al país latinoamericano porque las autoridades británicas le han negado un salvoconducto diplomático alegando “motivos legales”.
El experto informático cree que, si es entregado a Suecia, este país podría extraditarle a Estados Unidos, donde teme que no tendría un juicio justo y afrontaría la pena de muerte.
Estados Unidos investiga a WikiLeaks desde que en 2010 reveló vídeos de abusos de las tropas estadounidenses en Afganistán e Irak, así como miles de cables diplomáticos que pusieron en evidencia a gobiernos de varios países del mundo.