En la Venezuela arruinada de 2015 los venezolanos no estamos para celebrar nada, y mucho menos un hecho sangriento en el que perdieron la vida más de 200 personas inocentes, y que significó el inicio de la destrucción del país. Estamos acosados por la violencia, corrupción, escasez e inflación traducidas en hambre y pobreza extrema. Entre septiembre y octubre de 2014 la pobreza alcanzó 48,4% de los hogares (con el petróleo a 100 dólares, y no es pobreza “mental”, general Rodríguez Torres), mientras que en 1998 era de 45% (con el petróleo a 9 dólares el barril). En 2015 la pobreza podría superar 60% porque estamos en presencia de un ciclo de empobrecimiento masivo, según los expertos. La salud está en coma y muchas muertes hubieran podido ser evitadas si las divisas provenientes del petróleo no hubieran sido dilapidadas en regalos a sus compinches, en comprar chatarra militar y en una corrupción desaforada que convirtió a Venezuela en el único país petrolero endeudado y en quiebra. ¿Cuánto cuesta volar un Sukhoi, mientras las madres lloran buscando la medicina que no encuentran, o la leche que tampoco consiguen para sus hijos?
Maduro estalla ante los nuevos anuncios punitivos del imperio para los violadores de derechos humanos y ladrones de su gobierno. Tiembla al saber que “ministros y asesores presidenciales están entre los 56 funcionarios sancionados por Estados Unidos” y busca como “padrino” (nunca mejor dicho) al secretario general de Unasur, Ernesto Samper, para que interceda ante Obama. Tarea vana, porque a Samper también le fue suspendida la visa en julio de 1996 por su vinculación con el narcotráfico. Nicolás es tan indigno que llamó “traidores” y “enemigos de la patria” a los venezolanos que se vieron obligados a emigrar a Miami y pidió identificarlos “con nombre, apellido y difundir sus rostros en cadena de radio y televisión” porque solicitan sanciones para los corruptos, narcotraficantes y violadores de derechos humanos en Venezuela.
Tan rojos son los poderes públicos, que Nicolás ordenó a gritos al tsj (con minúscula) que emitiese un sentencia contra Estados Unidos y la fiscal general no abrirá investigación sobre las acusaciones de narcotráfico contra figuras del régimen, pero sí “emprenderá acciones legales contra el gobierno de Estados Unidos por las sanciones” a los corruptos y violadores de derechos humanos. Con razón Giordani salió de su silencio para decir que “somos el hazmerreír de América Latina” e indicó que “desde el gobierno solo se ha fomentado la burocracia y acentuado la corrupción”. Declaración que coincidió con la lluvia de pancartas en la inauguración de la Serie del Caribe pidiendo la renuncia de Maduro y la liberación de Leopoldo López.
En 16 años el chavismo agravó lo que supuestamente quería corregir el 4F, tal como demuestran militares y civiles entrevistados esta semana por El Nacional: ha aumentado la corrupción, la violación de los derechos, censura y ataques a la libertad de expresión, sin poderes públicos autónomos, somos el segundo país más inseguro del mundo (en 1993 hubo en Venezuela 3.336 homicidios y en 2014 fueron casi 25.000). Hay presos políticos (hasta empresarios a los que el gobierno les roba sus productos, comercios e industrias y, arruinados, los encarcela). Last but not least: pervirtieron a la FAN y entregaron la soberanía que juraron defender. No hay duda: el 4F es el retrato de un fracaso letal.