Si fueras el primer hombre en pisar la Luna, y al volver tuvieras severas restricciones de equipaje, ¿qué te traerías de recuerdo? En la Luna no hay precisamente muchas tiendas de souvenirs, pero eso no impidió al astronauta Neil Armstrong traer un buen puñado de recuerdos de la mítica misión Apolo 11.
Los objetos han sido hallados y catalogados recientemente en la propia casa del astronauta después de que su viuda, Carol Armstrong, avisara a los conservadores del Instituto Smithsonian tras hallar la colección en un armario. Los recuerdos estaban en una de las bolsas de tela blanca utilizadas por los astronautas en las misiones Apolo y bautizadas como Bolsos de McDivitt, en homenaje al astronauta que los diseñó. En su interior, los conservadores del Smithsonian encontraron un montón de pequeños objetos que Armstrong decidió traerse consigo en su viaje de vuelta a la Tierra durante la mítica misión Apolo 11.
La decisión del astronauta no era tan sencilla como traerse un recuerdo de otro país. El módulo de regreso de la Misión Apolo 11 tenía el espacio y peso disponibles muy limitados. Más aún teniendo en cuenta que los astronautas de la misión se traían peso extra en forma de numerosas muestras de rocas y terreno.
La bolsa de Armstrong está registrada en las transcricpiones de la misión. Aproximadamente una hora antes de despegar, en el minuto 129:14:53 de tiempo de misión, Armstron le dijo a Collins. “¿Sabes qué? Aquello es un montón de cosas que nos deberíamos traer de vuelta. Son partes del módulo y cosas sueltas. La bolsa no cierra bien. Tendremos que improvisar alguna forma de meterla”.
La bolsa se declaró como “10 libras de equipo misceláneo”. El peso es crucial para calibrar correctamente la trayectoria de la cápsula, así que hasta esta especie de “souvenirs” debían ser declarados al control de la misión en Tierra.
¿Qué se trajo Armstrong en aquella codiciada bolsa? Entre los objetos más llamativos está la pequeña cámara de 16mm que el módulo de descenso tenía sujeta a su base y que fue la encargada de grabar los primeros pasos del hombre sobre la luna. Armstrong y Aldrin la retiraron del módulo y la utilizaron para filmar sobre la Luna.
Otro objeto curioso a destacar es una de las correas que utilizaron los astronautas para anclarse a la altura de la cintura en los periodos de descanso dentro del módulo lunar. Este tipo de correas también se utilizaban como medida de seguridad en otras operaciones a bordo del módulo lunar o fuera de él.
Los dos objetos se exhiben ya como parte de una exposición temporal Outside the Spacecraft: 50 Years of Extra-Vehicular Activity del Museo Smithsonian. Los conservadores siguen trabajando en catalogar las otras piezas para incorporarlas en el futuro a otras exposiciones.
Aunque probablemente tuviera prohibido traerse algo como una roca de la Luna, Armstrong no pudo resistir la tentación de quedarse con algunos recuerdos de su trabajo. Es una faceta humana más del primer ser humano en pisar nuestro satélite.
Fuente: SNASM