Les obsesiona la conservación del poder. Hoy por hoy constituye su razón de ser. Está en su naturaleza. No se ubican en otro rol. Intentan mantenerse a cualquier costo. Allí si son creativos e ingeniosos. Han inventado variadas formas para reducir la visibilidad de sus adversarios. No solo recurren a las tradicionales amenazas y presiones han implantado un original y novedoso sistema, al promover a través de testaferros la compra de medios de comunicación y colocarlos al servicio de su política. Esta original práctica se esta haciendo extensiva a otros países del continente específicamente en Ecuador y Bolivia. No cesan en su empeño de cercar a la sociedad democrática limitando a la mínima expresión la aparición en sus medios de comunicación masiva: Televisión, radio y prensa escrita.
La sociedad aun no ha asimilado en toda su dimensión la gravedad del cerco comunicacional, a menudo se solicitan pronunciamientos de voceros de la oposición sobre diversos temas de la coyuntura, cuando se realizan, no aparecen reseñados en los grandes medios o son colocados en los horarios de menor audiencia y ubicados en lugares no destacados.
La libertad de expresión vive horas menguadas. Tiempos aciagos de censura y autocensura, de intimidaciones y coacción. De grandes multas y demandas judiciales. De utilización de todos los recursos del poder para intentar ocultar la verdad e impedir el libre debate de las ideas. Reducción progresiva de los espacios democráticos y burda utilización de las redes de información en manos del estado en vulgares instrumentos de propaganda. Hasta constituir un complejo editorial para suministrar el papel de acuerdo a sus propias conveniencias. Cometiendo además el abuso de denominar esa arbitrariedad Alfredo Maneiro quien fuera un luchador social y político caracterizado por enfrentar todo propósito autoritario.
En ese contexto se anuncia la desaparición de Tal Cual diario,una singular ventana de periodismo de opinión verdaderamente comprometido con la libertad y la democracia.
Tal Cual fue concebido como algo más que un simple diario, era en verdad un proyecto experimental de intentar algo distinto en materia editorial, así fue conceptuado desde el inicio a conciencia de todos los riesgos que ello implicaba, conociendo la naturaleza del régimen y habiendo vivido su director una experiencia editorial anterior.Durante toda su existencia el diario fue fiel a ese ideal y cumplió con tal cometido.
Ante ese panorama las fuerzas democráticas tienen que utilizar todos los resquicios posibles en los medios de comunicación nacional y regional, aun conscientes de las limitaciones señaladas. La alternativa frente al cerco mediático pasa necesariamente por el empleo audaz de todos los medios alternativos, desde los más tradicionales hasta las redes sociales.En tal sentido la comunicación interpersonal tiene un rol de primer orden en la ruta de captar el descontento existente y consolidación de la nueva mayoría.