Compartir imágenes con contenido sexual explícito de una expareja sin su consentimiento es desde hoy un delito específico en Inglaterra y Gales, penado con hasta dos años de cárcel, en virtud de una enmienda a la Ley de Justicia Criminal y Tribunales.
El cambio en la legislación, destinado a proteger el derecho a la intimidad ante una práctica conocida en este país como “pornografía de venganza”, recibe hoy la rúbrica formal de la reina Isabel II tras haber completado en los últimos meses los trámites parlamentarios correspondientes.
La ley prohíbe de manera explícita publicar fotografías y vídeos íntimos de una antigua pareja a través de redes sociales como Facebook y Twitter, así como enviar ese mismo material a una tercera persona en un mensaje de texto, correo electrónico y cualquier soporte físico.
Los jueces podrán condenar a partir de ahora a quienes compartan ese tipo de material, siempre y cuando lo hagan sin el consentimiento de las personas que aparezcan en las imágenes y exista ánimo de causar daño.
La ley regirá únicamente en Inglaterra y Gales, si bien un portavoz del gobierno autónomo escocés aseguró a la BBC que existen planes para impulsar una legislación similar en Escocia, mientras que el departamento de Justicia norirlandés afirmó que la legislación vigente ya permite condenar infracciones de ese tipo.
Según las cifras que maneja la policía británica, en Inglaterra y Gales se produjeron 149 denuncias entre enero de 2012 y julio de 2014 relacionadas con la publicación de imágenes sexuales sin consentimiento, la mayoría de ellas interpuestas por mujeres.
Las víctimas de esas prácticas se topan habitualmente con problemas legales para tratar de que las imágenes sean retiradas de diversas páginas web, algo que la nueva legislación trata de solventar aportando un mecanismo para que los jueces ordenen la eliminación del material ilegal.
“Queremos que aquellas personas que sufren estos comportamientos desagradables sepan que estamos de su lado”, dijo el ministro de Justicia británico, Chris Grayling, en octubre, cuando presentó la nueva legislación.
“El hecho de que existan individuos que distribuyen con crueldad imágenes íntimas de sus antiguas parejas sin su consentimiento resulta increíble”, comentó Grayling.
Hazel Higgleton, de 25 años y víctima de esas prácticas, afirmó a la BBC que la nueva ley “mostrará a la gente que está pensando en hacer algo así que, si lo hacen, serán cazados”.
Según narró a la cadena pública, cuando su expareja divulgó un vídeo íntimo de ambos, Higgleton “no podía creerlo” porque habían “estado enamorados”. EFE