Apuñalan a bodeguero hasta matarlo

Apuñalan a bodeguero hasta matarlo

(foto Juan Guerrero)
(foto Juan Guerrero)

La hediondez salía de la casa 91-35 de la urbanización Los Modines. Víctor Manuel Quintero Briceño (63), quien era dueño de una bodega que funcionaba en la vivienda, no aparecía desde hacía días. Sus vecinos se extrañaron de que la residencia estuviese cerrada y a oscuras, y llamaron a la Policía. Adentro, encontraron el cadáver podrido del anciano, presentaba heridas de arma blanca. Así lo reseña laverdad.com / José Antonio González 

Los maleantes entraron, aparentemente, a la casa para robar, violentaron las puertas y abrieron un boquete al costado de la vivienda, en un callejón. Quintero guardaba sus ahorros y las ganancias de la bodega en su habitación. Se presume que los vándalos entraron a robarlo.

Un vecino de la avenida 76 llamó a Marcos Graterol, cuñado del fallecido. “Me dijo que tenía días viendo la casa a oscuras y no abría la tienda, además ya daba un raro olor en el frente”. Quintero no salía ni hablaba con los vecinos. “Solo salía para hacer sus compras. La última vez que lo vi fue el jueves, cuando visitamos a su mamá que está malita de salud”.





Los curiosos se acercaban al lugar. “Ese señor ni salía, eso tuvieron que saber que estaba solo en su casa y vinieron a meterse”, comentó una de las averiguadoras. A Quintero posiblemente lo acuchillaron en su vivienda la noche del viernes o la madrugada del sábado, presumen sus vecinos, desde esa fecha no abría el abasto.

El cuerpo lo hallaron dentro de una habitación, a escasos metros yacía la supuesta arma blanca con la que lo atacaron. Según los rastros de sangre en el suelo, al anciano lo apuñalaron en otro lado y lo arrastraron hasta su dormitorio.

Su cuñado recordó que tiene viviendo unos 10 años en Los Modines. Anteriormente residía en El Marite, allá lo robaron varias veces. “Decidió vender aquella pieza y se vino para acá. Poco a poco fue construyendo y se estableció aquí”.

Quintero, oriundo de los andes, vivía solo, no tenía hijos, y sus padres y hermanas vivían en el barrio 14 de Noviembre. Era el segundo de siete hermanos.

“Solo salía para hacer sus compras. La última vez que lo vi fue el jueves cuando visitamos a su mamá que está malita de salud”.

Marcos Graterol. Cuñado del fallecido.