El corazón sí influye en las emociones humanas

El corazón sí influye en las emociones humanas

Foto archivo
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Solemos relacionar al corazón con el amor y los sentimientos, pero lo cierto es que, por más que Aristóteles lo describiera así hace miles de años, este órgano se dedica principalmente a mantenernos vivos. Con el paso del tiempo aprendimos mucho sobre el órgano más importante del cuerpo humano y por años creímos que el corazón en realidad nada tenía que ver con lo que sentíamos, pero nuevos estudios determinar que Aristóteles no estaba tan equivocado después de todo y que el corazón sí tiene un rol emocional.

El cerebro sigue al corazón

La mayoría de nosotros tenemos un corazón, pero imagina tener dos. Esa era la situación de un hombre que, por motivos de salud, utilizó un órgano artificial para suplir las funciones que ya no podía realizar su propio corazón.





Si bien su vida mejoró, el corazón artificial tuvo otro efecto: cambió su carácter, ello debido a que las pulsaciones de la máquina, que reemplazaba a las propias, transformaban la forma en que pensaba y actuaba. Gracias a la experiencia de este paciente, los científicos se plantearon averiguar cómo nuestro cerebro depende del corazón para funciones emocionales y no solo funcionales como se creía.

El cambió psicológico relacionado con la modificación del funcionamiento del corazón estaría ligado a la llamada conciencia interoceptiva, es decir la forma en que nuestro cerebro interpreta las diferentes señales enviadas por el cuerpo.

Con la información de que el cerebro genera emociones de acuerdo a las señales fisiológicas del cuerpo, sin necesidad de que sean negativas, sino neutras, los investigadores quisieron saber cuán intensa era la influencia del corazón en la forma en que la gente se comporta.

Cuando estamos expuestos a estrés o enfermos, el sistema somatosensorial que capta las señales en terminaciones nerviosas en diferentes zonas del cuerpo advierte al cerebro de un posible estado de peligro o necesidad de defenderse.

Por eso, cualquier cambio en el corazón, desata diferentes comportamientos de forma primitiva y, si estos cambios son grandes y duran bastante tiempo, pueden modificar la personalidad y hasta la forma de tomar decisiones y actuar a nivel de emociones.

Si bien los científicos solo se basaron en un caso bastante inusual para su estudio, muy pocos tendrán dos corazones en el cuerpo al mismo tiempo, los resultados son bastante lógicos si se analizan otros pacientes.

Lo que Aristóteles dijo hace miles de años, cuando indicó que el corazón era el órgano más importante del cuerpo y que en él recaían las funciones emocionales, sensoriales y de acción, tenía algo de razón.

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