Ella saltó a la fama como una de las estrellas del pop más extravagantes y él como un hombre lobo en la ficción gracias a Crónicas vampíricas. Taylor Kinney es el actor que ha conquistado el corazón de Lady Gaga. Juntos llevan cuatro años de discreta relación, desde que se conocieron en el rodaje del videoclip de la canción Yoü & I en el que él interpretaba a su amante y ella, a una chica a punto de casarse, vistiendo el traje de novia de su propia madre. Meses después del rodaje, comenzaron una relación cuya historia parece sacada de un guionista de Hollywood. Así lo reseña hola.com
Ahora acaban de anunciar su compromiso y, aunque resulte extraño, su novio lo ha hecho siguiendo los habituales convencionalismos. Taylor le pidió que se casase con ella el día de San Valentín con un anillo en forma de corazón, valorado en poco más de 400.000 euros, e infinidad de rosas rojas. La transgresora cantante será una de las primeras artistas en cantar en el espacio, de la mano de la empresa Virgin Galactic, propiedad del magnate Richard Branson, y quién sabe si también podría aprovechará su viaje interestelar para dar el ‘sí quiero’.
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