La organización de World Press Photo, que concede la máxima distinción del fotoperiodismo, ha retirado finalmente el primer premio de relato en la categoría temas contemporáneos al italiano Giovanni Troilo por haber incumplido las bases del concurso en su trabajo sobre la ciudad belga de Charleroi.
“Después de recibir nueva información (…) World Press Photo reabrió su investigación y la conclusión es que el reportaje no cumple con las bases del concurso y por ello el premio debe ser revocado”, explicó el jurado en un comunicado.
La organización descubrió que una fotografía sobre un pintor que creaba una obra con modelos no había sido capturada en Charleroi, sino en Molenbeek, un distrito de Bruselas.
El propio fotógrafo confirmó que la fotografía no había sido tomada en Charleroi, en contra de la documentación que presentó para el certamen, y “esa información falsa representa una violación de las bases del concurso de 2015”, indicó World Press Photo, que ha “descalificado” el trabajo y concedido el primer premio al segundo ganador.
El premio a Troilo ha sido objeto de polémica después de que la organización se ratificara inicialmente el domingo en su decisión de mantener el galardón al italiano, tras una investigación del trabajo a raíz de una queja formal recibida del alcalde de Charleroi.
Troilo recibió en la edición de este año el premio por su reportaje fotográfico de diez imágenes titulado “El corazón oscuro de Europa”, en el que relata diferentes situaciones en Charleroi, en el sur de Bélgica.
El alcalde de esta localidad, el socialista Paul Magnette, afirmaba en su queja que el relato de Troilo era “una distorsión grave de la realidad, que socava la ciudad y a sus residentes, así como la profesión de fotoperiodista”.
Magnette quería que el jurado estudiara la posibilidad de retirar el premio atribuido al italiano por las fotos de la ciudad, que en la web de la organización se describía como una localidad que “ha experimentado el colapso de la industria, un alto desempleo e inmigración y un resurgir de la pequeña delincuencia”.
“Sus carreteras, un día en buen estado, aparecen hoy en abandono y desoladas, con industrias que cierran y una vegetación que crece en los antiguos polígonos industriales”, agregaba el fotógrafo.
En respuesta a la queja formal, World Press Photo investigó si el fotógrafo italiano había contravenido la ética periodística o si engañó al jurado, y concluyó que “no había motivos para dudar de la integridad” profesional de Troilo.
No obstante, tras una segunda investigación, la organización ha encontrado una violación de las reglas por parte del fotógrafo.
El director gerente de World Press Photo, Lars Boering, señaló que el concurso de la organización debe basarse en la confianza en los fotógrafos que entregan sus trabajos y en su ética profesional.
“Contamos con controles, por supuesto, pero el concurso simplemente no funciona sin confianza. Tenemos ahora un caso claro de información engañosa y esto cambia la manera en la que se percibe el relato (de Troilo). Se ha violado una regla y se ha cruzado una línea” roja, para World Press Photo, recalcó Boering en un comunicado. EFE