Con Harrison Ford, todo es como en las películas. Incluso cuando el jueves se estrelló con la avioneta que pilotaba mientras intentaba efectuar un aterrizaje de emergencia, el resultado fue similar a cualquiera de las escenas que ha protagonizado en Indiana Jones o La guerra de las galaxias.
El actor y piloto, de 72 años, salió consciente y bien parado del accidente que tuvo lugar en el campo de golf de Penmar, cerca del aeropuerto de Santa Mónica (California, EE UU). “Es el tipo de hombre que piensas que es”, declaró su hijo, Ben Ford, en Twitter en cuanto acudió a visitarle. “Un hombre increíblemente fuerte”, añadió el joven Ford.
Habitual en el aeropuerto de Santa Mónica, su despegue en una avioneta amarilla de las utilizadas para entrenamiento en la Segunda Guerra Mundial vino seguido casi de inmediato de una llamada a la torre de control. “¡Fallo de motor! ¡Aterrizaje inmediato!”, se le escucha decir a Ford en una grabación.
Como en las películas y con una pista de aterrizaje a su disposición demasiado lejana Ford tuvo que improvisar una decisión. “No hubo otra opción que efectuar un aterrizaje de emergencia algo que hizo sin problemas”, indicó su portavoz, Ina Treciokas, en un comunicado. Nadie resultó herido en tierra ni se produjo incendio alguno.
El único destrozo fueron algunas ramas rotas entre los árboles del campo del golf. Incluso la atención no pudo ser más inmediata en un campo de golf frecuentado por médicos que le asistieron nada más pisar suelo. Posteriormente el actor fue trasladado al hospital donde está siendo tratado de una herida de unos 12 centímetros en la cabeza.
Vía El Mundo