Leer un libro, cenar temprano, dejar el móvil y la TV fuera del dormitorio, tomar un vaso de leche caliente y usar tapones; lo has probado todo para dormir de un tirón, pero aun así,aproximadamente a las 4 de la mañana… ¡Zas! te despiertas irremediablemente.
¿sabías que el insomnio nocturno no es tan malo como pensamos? Descubre las ventajas del sueño segmentado, una inyección de ingenio y creatividad que hemos perdido con el tiempo.
El sueño segmentado.
Según señalan varios historiadores y psicólogos, despertarse en mitad del crepúsculo incrementa nuestros niveles de creatividad.
Una antigua costumbre que nuestros antepasados tenían y que era sabiamente aprovechada para actividades tan interesantes comoleer, escribir, charlar o hacer el amor.
Desde principios del siglo XX, el historiador estadounidense Roger Erick sostiene que antes de la llegada de la luz artificial, los seres humanos dormían dos veces en una misma noche. Para realizar su afirmación Erick, pasó 17 años analizando más de 500 documentos históricos.
La luz eléctrica.
Basándonos en los escritos, nuestros antepasados, solían irse al catre poco después de la puesta de Sol, despertándose unas 3 o 4 horas más tarde. Llegaba así el momento de rezar, leer, escribir o disfrutar de los encuentros amorosos. Dos o tres horas diarias eran utilizadas para el cultivo del cuerpo, la mente o el alma, para después volver a dormir hasta el amanecer.
Sin embargo, según indican los escritos, estas actividades nocturnas cesaron cuando se inventó la luz eléctrica.
La instalación del alumbrado urbano disminuyó la delincuencia y sintiéndose seguros, los ciudadanos comenzaron a socializar en horario vespertino.
Al retrasar la hora de ir a la cama, no sólo se perdió la costumbre de dormir dos veces en una noche, sino que también se eliminó la creatividad que explosionaba entre sueño y sueño.
La prueba.
Con la intención de comprobar si lo que el historiador Roger Erick afirmaba era cierto, Thomas Wehr, psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, realizó una serie de experimentos en la década de los 90.
En su investigación, Wehr limitó las horas de luz de varios sujetos a 10 horas al día – en lugar de las 16 que tenemos ahora -, sorprendentemente las personas comenzaron a dormir en dos fases.
Y no sólo eso, durante el experimento pudo comprobar que todas ellas segregaban mayores niveles de prolactina, la hormona que nos deja con una sensación de paz cuando nos dormimos o despertamos. Hormona también responsable de hacer emerger todas nuestras ideas creativas.
Otros casos.
Muchos son los artistas y trabajadores que aprovechan sus periodos de insomnio para hacer actividades productivas. Otros incluso programan sus vigilias con la intención de aprovechar los efectos que deja la prolactina.
En su libro ‘Rituales Diarios: Cómo funciona un artista’, Mason Currey cuenta como escritores como Knut Hamsun o Marilynne Robinson, se despertaban en torno a las tres de la mañana para escribir. O el caso del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, que se levantaba a diseñar sobre las cuatro de la madrugada.
Una práctica habitual para los publicistas y programadores, que aprovechan la inspiración nocturna para dar con las ideas más creativas e innovadoras.
Así que la próxima vez que te despiertes sobre esas horas, deja de resistirte, puede que tu cerebro te esté pidiendo que aproveches tu creatividad.
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