Si te han dicho que no te hagas sonar los nudillos o el cuello, aquí tienes un porqué.
Si desde que eras pequeño no podías parar de hacer crujir tus articulaciones y tu familia te advertía que estas se te iban a caer… O te regañaban constantemente por el odioso ruido que generaba tu obsesión, este video te abrirá los ojos:
Tranquilo, ahora sabes que podrás hacer eso tan reconfortante sin preocuparte demasiado. Aunque claro, intenta no molestar al resto cuando lo hagas.
Vía Upsocl.com