Buscamos en un principio conversar con María Corina Machado buscando sus impresiones sobre su cruce a pie del Puente Rafael Urdaneta por el impedimento que hicieron militares a su vehículo, donde se trasladaba en gira de Maracaibo a Ciudad Ojeda, pero la muerte de Rodlfo González “El Aviador” en el Sebin nos sorprendió en el camino. Así que desde ahí iniciamos nuestra conversación con la dirigente de Vente. Esto fué lo que nos dijo
L.P: Venezuela amaneció este viernes desgarrada con la noticia de otro muerto más: Rodolfo González, a quien el gobierno pretende registrar como un conspirador. Cómo será recordado por los venezolanos y por la historia?
MCM: Rodolfo González será recordado como un héroe, al igual que Franklin Brito. Rodolfo González es un muerto de Maduro y de este régimen. Y a pesar de la mentira y de la pretensión cruel de manipulación del régimen para ensuciar su memoria, los venezolanos hoy reconocemos en él un testimonio de amor profundo por su familia y por Venezuela. Un emblema del sacrificio extremo y de la valentía por luchar hasta vencer por la libertad y la democracia para su país.
L.P: Pero el país está resignado. Pasa tanto y no pasa nada…
Eso no es verdad. El país está en ebullición. Este miércoles estuve acompañando a la gente de Ciudad Ojeda, y en el camino entré a un mercado. A sus puertas y dentro de su instalación se repetía la misma escena dantesca que recorre el país. Una cola enorme, a pleno sol. A mi llegada la gente comenzó a despertar, a exteriorizar su dolor, su rabia, con fuerza incontenible. De tantos testimonios imposibles de olvidar, me sacudieron las lágrimas de una mujer, que sujetando un pollo en la mano gritaba: “Coño, María Corina, yo no nací aquí, pero mis hijos son venezolanos y siento este país como mío. Me pidieron la cédula y como soy colombiana me botaron de Mercal porque no tengo derecho a comprar comida”.
La gente clama por un cambio, y entiende que solo una transición hacia la democracia los liberará de esta pesadilla que vivimos. La respuesta no puede ser pedirles que esperen más. Así como sería inhumano también pedirles a los presos políticos y a sus familias que esperen.
Si hoy le pedimos a los ciudadanos que se mantengan firmes, que expresen su dolor y defiendan sus derechos; quienes ejercemos la representación de estos ciudadanos en todos los sectores de la sociedad, debemos asumir la responsabilidad y el riesgo de llamar las cosas por su nombre, demostrarle a los venezolanos que sí es posible salir de esta tragedia por una vía constitucional y pacífica que no implica esperar aun más.
L.P: Sin embargo, un sector de la oposición plantea que las elecciones de una nueva Asamblea Nacional son la única vía para lograr algún cambio…
Fidel Castro dijo hace ya varios años, aquí en Venezuela, que las revoluciones sólo hacen elecciones cuando están seguras que las van a ganar. Este régimen está seguro que las va a perder, por lo tanto no habrá elecciones parlamentarias a menos que obliguemos al régimen a hacerlas y, por supuesto, hacerlas sin trampa. Y esto no es posible sin presión en la calle. Las elecciones parlamentarias deben tener lugar en diciembre, pero todavía no se atreven a anunciar una fecha.
Ahora bien, para la madre que no consigue leche, para el padre que le matan al hijo, para el muchacho que huye de su país; las elecciones parlamentarias no sólo están muy lejos, sino que no son una solución que se corresponde con el dolor, la desesperación y la urgencia que sienten y viven hoy. Con todo derecho, la gente nos exige un cambio urgente, y tenemos en la Constitución un mecanismo para lograrlo, que es la renuncia de Maduro. Este es el primer paso de la transición a la democracia en paz.
Después, las elecciones parlamentarias las enfrentaremos unidos. La unidad es necesaria, y debe incluir a todas las fuerzas democráticas del país; no sólo a los partidos políticos. Por eso hoy la gente exige primarias, y se está generando una reacción en todos los sectores, en las bases de los propios partidos y en las representaciones municipales y regionales de la MUD en contra de la decisión de negar las primarias generales. Que explicación puede haber para no permitir que la gente se exprese y participe en Lara, Aragua, Mérida, Barinas, Sucre, Guárico, Miranda, Capital, Apure, Zulia, Bolívar, Vargas, Yaracuy o Amazonas? Ninguna. Es un error garrafal de la MUD no escuchar el deseo de participación del país, y hay tiempo para corregirlo.
L.P: En medio de esta desesperación que usted describe y cuando la oposición reclama solidaridad internacional; se producen sanciones por parte del Gobierno de los Estados Unidos a funcionarios venezolanos por violación a los derechos humanos. La respuesta de la dirigencia opositora ha sido calificarlas como injerencia inaceptable. No cree que el venezolano de a pie se siente, como mínimo, confundido?
Lo verdaderamente alarmante y escandaloso es que los países de América Latina y el mundo no hayan reaccionado antes. Es incomprensible que con todo lo que ellos saben sobre lo que pasa en Venezuela: torturas físicas y psicológicas; tratos inhumanos; persecución; censura; cárcel a inocentes sindicalistas, twitteros, médicos, estudiantes, comerciantes, defensores de derechos humanos y alcaldes; asesinatos impunes y a sangre fría de manifestantes y transeúntes; jóvenes desaparecidos que aparecen luego asesinados con disparos en la cabeza; hayan permanecido en silencio.
Todos los países que han firmado la Convención contra la Tortura de la ONU, incluidos los de la UNASUR y los Estados Unidos, tienen la obligación de colaborar para hacer justicia en estos casos. Ello implica contribuir a investigar y sancionar cuando se producen casos de torturas; si Venezuela sabe que un funcionario de otro país comete actos de tortura, debe colaborar también.
Las sanciones a individuos que han cometido actos en contra de los Derechos Humanos es una señal que da la comunidad internacional para recordar que estos delitos no prescriben, ni quedarán impunes. Hay precedentes en nuestra reciente historia latinoamericana: el caso de Augusto Pinochet apresado en Londres por solicitud de la justicia española; y el del ex-militar argentino, Ricardo Cavallo, quien fue extraditado de México y condenado en España, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar.
Lo condenable en Venezuela son los crímenes de esta dictadura y es por ello que la conciencia de América Latina debe activarse. Uno se pregunta: la solidaridad de estos gobiernos será para con los violadores de Derechos Humanos, por sus compromisos con Maduro o será con los venezolanos, por su compromiso con la democracia?
L.P: Está el futuro de la democracia en Venezuela en manos de la comunidad internacional?
No. Está en manos de los venezolanos. Depende de nosotros, y sabemos lo que tenemos que hacer: luchar. En este momento, que Maduro pretenda esconder las infamias de su régimen detrás de un falso patriotismo es algo que a nadie sorprende; pero es inexcusable que quienes quieren una Venezuela distinta, caigan en su perverso juego y no se atrevan a denunciar a los culpables. Los principios hay que defenderlos siempre; al costo que sea.
Llamemos las cosas por su nombre! ¿Con qué cara habla Maduro de soberanía cuando a esta hora ha puesto en riesgo el Esequibo y su fachada atlántica? ¿Con qué cara habla Maduro de injerencia extranjera mientras promueve un despliegue militar con la presencia de fuerzas armadas extranjeras en suelo Venezolano? Eso es una ofensa a nuestras Fuerzas Armadas y una falta de respeto a nuestro pueblo, que a esta hora está pasando hambre y sobreviviendo.
L.P: Venezuela es entonces una amenaza para los Estados Unidos?
MCM: El régimen es más que una amenaza para todo nuestro pueblo; es una desgracia. Hoy nos están matando y cada día que pasa el daño es mayor y se cuenta en vidas humanas.
Este régimen es una amenaza para la región. Hace varios años algunos creyeron una exageración cuando afirmé que se estaba conformando en nuestro país un Estado mafioso. Es una desgracia, pero es la verdad, y ahora, finalmente, el mundo comienza a entenderlo y a asumirlo.
La destrucción de este régimen tiene tres dimensiones: en primer lugar, el fracaso económico que ha sumergido al país en la ruina. Una segunda dimensión es la violación sistemática de los Derechos Humanos, la destrucción del Estado de Derecho y las garantías democráticas. La tercera dimensión es la penetración del crimen organizado; las mafias que se han apoderado de las instituciones del Estado y desde allí, pretenden controlar toda la sociedad.
Sin embargo, la avaricia insaciable de régimen, aunada a su descomposición moral sin límites, se ha encontrado con la infranqueable convicción democrática del pueblo de Venezuela. Por eso, hoy colapsa, irreversiblemente, el Estado mafioso.
Los líderes de toda la sociedad debemos acompañar la demanda de nuestro pueblo por un cambio urgente, para que emerja la nueva Venezuela. A los ciudadanos les pedimos que con valentía mantengan la presión en las calles, que no se callen, que defiendan cada derecho. Para merecer representar a este bravo pueblo, debemos asumir con igual coraje y energía el acompañamiento de estas fuerzas, para lograr encauzarlas hacia la transición a la democracia en paz.