El pasado jueves, la ciclista australiana Loren Rowney disputaba el sprint a la campeona italiana Giorgia Bronzini en una etapa del Tour de Drenthe (Holanda), cuando una mano la desestabilizó con descaro moviéndole la dirección. Caída brutal y sensación de impotencia.
La salvajada, que ha dado la vuelta al mundo, no solo le costó la etapa, sino que también tendrá que estar una temporada sin correr por una fractura de clavícula.
Loren está mejor y recuperándose de la operación. De hecho, una vez pasado el susto, ha decidido compartir la historia con sus seguidos y aficionados al ciclismo.
“Golpeé el suelo con fuerza. Mi reacción inmediata estaba entre la ira y la confusión. No tenía ni idea de cómo había ocurrido (…) Sentía mucho dolor, estaba histérica… No sabía lo que estaba pasando”, escribe.
Sobre su agresor, se pregunta preocupada si realmente fue intencionado.”Cosas así ya ha ocurrido en otros sitios y hay gente malintencionada. Recuerdo que un residente odiaba que los ciclistas corriesen por su localidad y puso tachuelas en la carretera, provocando pinchazos y accidentes (…) Realmente espero que esta persona no lo hiciese a propósito, y si fue así, que lo encuentren y pague por ello”, concluye afirmando que su prioridad ahora es la recuperación.