Como se podía esperar, el debate sobre el martillo de Thor ha llegado a famoso astrofísico, Neil deGrasse Tyson, apasionado de discutir desde el punto de vista científico todo tipo de cuestiones sobre las películas y las series.
Tyson especuló que tal vez el Mjolnir esté compuesto de la misma materia que las estrellas de neutrones, el material más denso del universo luego de un agujero negro, y en ese caso tendría un peso equivalente a 100 000 millones de elefantes, y es por eso que nadie puede levantarlo.
Por ejemplo, el agua tiene una densidad de un gramo por centímetro cúbico y el plomo de 11 gramos por centímetros cúbicos, pero una estrella de neutrones puede llegar a tener una densidad de 100 mil millones de gramos por cada centímetro cúbico. La densidad de una estrella de neutrones equivale a reducir el peso de un avión Boeing 747 en un grano de arena.
Si el Mjolnir tuviera una densidad similar, calculando su tamaño se puede estimar que pesaría alrededor de 5 mil billones de kilos. Esta teoría, sin embargo, es insuficiente, ya que aunque Tony Stark es multimillonario, difícilmente pueda tener una mesa que soporte dicho peso.
Los cómics de Marvel (y la mitología nórdica) nos dicen que el Mjolnir está hecho del metal «Uru», proveniente de Asgard y forjado eras atrás por un herrero en el corazón de una estrella muerta.
Se puede suponer que el Uru posee naturaleza mágica y por lo tanto contiene en sí mismo poderes y propiedades puestas en él por el padre de Thor, Odin. De todas maneras, para discutir la naturaleza del martillo de Thor debemos dejar de lado los aspectos mágicos y mitológicos, para centrarnos en el mundo contemporáneo en el que se ubica el Universo Cinematográfico de Marvel.
Tecnología avanzada
En la película Thor (2011), nos enteramos que los «dioses» nórdicos son en realidad una raza alienígena con ciencia y tecnología demasiado avanzadas para nosotros, lo que lo hace indistinguible de la magia (como en la tercera de las leyes de Clarke). De este modo, podemos asumir que todo lo que parece «mágico» del martillo, no es más que ciencia muy avanzada para nosotros.
En la película de Thor, podemos ver que Odin exilia a Thor de su tierra natal y allí, con el martillo en su mano, pronuncia las palabras: «Quien sea que empuñe este martillo, si es digno de tal, tendrá el poder de Thor». En estos días en los que los softwares interactivos de reconocimiento de voz son muy comunes, no suena como nada mágico el reprogramar el sistema operativo del martillo mediante un comando de voz.
Sin embargo, lo que sí suena demasiado avanzado para los conocimientos tecnológicos de hoy en día, es cómo la nanotecnología que posee el martillo puede ejecutar las órdenes de Odin, pero este asunto quedará para otra discusión.
Volviendo al lo de levantar el martillo, en el clip de Avengers: Age of Ultron Tony Stark propone la teoría de que hay un sensor en el Mjolnir que reconoce las huellas dactilares de Thor. Probablemente Stark tiene razón, aunque no son las huellas dactilares lo que reconoce, sino un complejo perfil biológico y psicológico que evalúa qué tan «digno» es quien intenta levantarlo. Eso explicaría por qué el Capitán América logra moverlo levemente.
Así que ahora, asumiremos esta teoría como la explicación más probable.
Leyes de Newton y explicación
En este caso, si un mecanismo nanotecnológico en el martillo determina quién es «digno» de moverlo, ¿cómo puede el martillo evitar que alguien «no digno» lo levante?
La respuesta se encuentra en la primera de las leyes de movimiento de Newton, que dice que todo cuerpo en reposo permanecerá en reposo si ninguna fuerza neta actúa sobre él. La clave está en la palabra «neta».
Cuando el martillo reposa sobre la mesa, sobre él actúa la fuerza gravitacional hacia abajo y una fuerza igual y contraria que la superficie ejerce sobre el martillo, la fuerza normal.
Cuando Tony Stark intenta levantar el martillo, ejerce una fuerza hacia arriba mucho mayor que el peso del martillo, de modo que de algún lugar debería surgir una fuerza hacia abajo, además de la gravedad, que le impida levantarlo, que vuelva a dejar el valor de la fuerza neta en cero.
Se puede suponer entonces que una de las propiedades del metal uru es que, bajo los estímulos adecuados, puede emitir grandes cantidades de gravitones.
En la Tierra, la existencia de estas partículas elementales llamadas gravitones es solo hipotética, pero como se dijo antes, los Asgardianos están científica y tecnológicamente mucho más avanzados. El gravitón sería la partícula transmisora de la interacción gravitatoria, por lo que si un objeto emite gravitones adicionales, eso equivaldría a aumentar su masa.
De modo que, cuando el complejo mecanismo en el interior del martillo determina mediante un perfil psicológico y biológico que el que intenta levantarlo no es digno de él, el metal Uru aumenta la emisión de gravitones, haciéndolo más pesado y haciendo inútil el intento de levantarlo. El mayor peso no dañaría la mesa ya que está siendo contrarrestado por la fuerza que tira hacia arriba.
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