Mito literario, uno de los personajes de ficción más emblemáticos del XIX junto aDrácula, icono reconocible inmediata y universalmente, Sherlock Holmes ha muerto un par de veces en la ficción pero sigue vivo y coleando, probablemente a pesar de su propio autor. A través de las historias eternas escritas por Conan Doyle, las películas (las antiguas y las de hoy), la serie Sherlock, adaptaciones como Elementary y los millones de pastiches holmesianos que le han enfrentado a Jack el Destripador o Fu Manchú, hemos recorridoLondres, Inglaterra entera y parte del mundo (es lo bueno que tiene que un montón de escritores se hayan apropiado del personaje) temiendo que el aburrimiento le acercase de nuevo las drogas y maravillándonos con su capacidad para extraer conclusiones de una marca de tabaco o de la resina que transportan unas botas. Traveler.es
BAKER STREET
Es impepinable: toda ruta Sherlockiana y todo sherlockiano de pro deben pasar por esta dirección, el 221 B de Baker Street, la casa-museo (que no existía cuando Conan Doyle creó sus historias) de un personaje de ficción que parece más real que la mitad de las viviendas de personas que sí existieron. Todos los elementos de las historias del canon están aquí: el violín, los guantes de boxeo, el material de química, la gorra, las iniciales VR (Victoria Regina) trazadas a balazos en la pared… junto a estancias que recrean algunos de los relatos más emblemáticos con figuras de cera de un modo tan chocante y resultón como el propio concepto “figura de cera” promete. Uno de esos lugares que prueban que los ingleses saben sacar oro de sus mitos.
Qué gusto saber que en Londres un restaurante centenario puede vivir con excelente salud. En este elegantón y opulento salón es donde Watson y nosotros oímos hablar por primera vez de Holmes. Un gran lugar para un encuentro casual con un amigo veterano.
El primer y legendario encuentro entre Holmes y Watson se produce en su laboratorio de química, dejándonos una lección muy clara a los lectores y espectadores: ten tino cuando elijas a tu compañero de piso, porque puede cambiarte la vida.
SIMPSON’S
El restaurante favorito de Holmes era la ya institución Simpson’s in the Strand, y muchos de sus casos terminaban con un “Apresúrese, Watson, aún llegamos a tiempo de cenar enSimpson’s”. Nadie le discutiría el criterio.
IGLESIA DE SANTA MÓNICA
Es el escenario de la boda de Irene Adler en Escándalo en Bohemia, el personaje femenino más emblemático (junto a, tal vez, la señora Hudson) de las historias de Conan Doyle, a la que Holmes, ese misántropo muy de su época, definió como “la mujer”. En Escándalo en Belgravia, el capítulo de la segunda temporada de la serie de la BBC en el que se le rinde justo homenaje, su hogar está en el 44 de la elegante Eaton Square.
SPEEDY’S CAFÉ
El 187 de North Gower Street es la dirección elegida para representar el supuesto exterior del 221 B de Baker Street en la serie Sherlock, la producción de la BBC con la que medio mundo se enamoró de Cumberbatch y encontraron que alguien con cara de alien podía ser muy sexy. Las localizaciones de la serie están cuidadosamente detalladas aquí.
SCOTLAND YARD
Las frecuentes visitas en socorro de Lestrade y del resto de la despistada policía londinense tenían lugar en las primigenias oficinas, en el 4 de Whitehall Place. Las oficinas actuales (escenario, por tanto, de la grabación de la serie) están en el 10 de Broadway. Los tiempos cambian, pero las instituciones permanecen.
A un paso de la estación de Charing Cross, el lugar donde se iniciaban muchas de sus aventuras, un pub genuinamente británico juega con la magia del mito holmesiano en su decoración y en su menú, que incluye recetas como la hamburguesa Moriarty, lassalchichas perro de los Baskerville o el pollo a la Mycroft. Todo bien de kitsch, que estamos en Inglaterra.
SUSSEX
El propio Holmes tomó la voz y escribió de su puño y letra (ejem, licencia poética) La aventura de la melena de León, donde se describió a sí mismo retirado en las colinas de Sussex y dedicado al noble arte de la apicultura. Aquí le sitúan muchos de los pastiches holmesianos que se inspiran en el inagotable repertorio de misterios investigados por el personaje y aquí se ambienta también el libro de Cullin y la película correspondiente. Un gran lugar para retirarse y para volver a la acción cuando apetezca o se esté obligado a ello.
HAMPSHIRE, KENT, OXFORD, SURREY, CORNWALL…
Inglaterra entera en general es el escenario de las deducciones y juegos de lógica de Holmes. El mundo entero lo es en realidad, por obra y gracia de la fan fiction y la ficción en general, así que prácticamente cualquier ciudad y rincón del planeta pueden haber sido un escenario holmesiano. ¿O es que no recordamos la indescriptible Holmes & Watson. Madrid days?
SUIZA
Cuando Conan Doyle se hartó de que su personaje estrella no le permitiese dedicarse a escribir otras cosas (o al espiritismo) se marcó un Misery en toda regla eligiendo para el final un escenario a su altura: las cataratas de Reichenbach, en Suiza, donde Holmes moría presa de una lucha contra un antagonista ancestral al que en realidad acabábamos de conocer. En el pueblo de Meiringen no se resistieron a rendir culto al personaje y hoy unaestatua y una capilla-museo recuerdan ese final emblemático que puso de luto al Imperio Británico y que, en realidad, no fue tal. Si el propio Conan Dolye decidió que matar a su personaje había sido un error, no seremos nosotros los que lo demos por acabado. Larga vida a Holmes.